El presidente del Partido Popular (PP), Alberto Núñez Feijóo, ha calificado la crisis eléctrica sufrida en la península Ibérica como una emergencia nacional de magnitudes "colosales" y ha elogiado el "extraordinario sentido de responsabilidad" demostrado por las comunidades autónomas en esta difícil situación.

En su visita a la sede del 112 Galicia en A Estrada (Pontevedra), cuatro días después de que un apagón general afectara a gran parte del país, Feijóo no contuvo su reproche hacia el Ejecutivo de Pedro Sánchez, señalando la ineficacia en la gestión de la crisis tras el incidente.

Durante el acto, en el que estuvo presente el presidente de la Xunta y del PP gallego, Alfonso Rueda, ambos líderes criticaron que el Gobierno central delegara en las comunidades autónomas la responsabilidad de activar el nivel 3 de emergencia en lugar de asumirla directamente. Galicia, junto a otras regiones, decidió hacerlo la noche del lunes.

Rueda tomó la palabra primero, reafirmando su apreciación sobre la colaboración inicial entre las diferentes administraciones durante las primeras horas del apagón. Sin embargo, en un giro procedente de sus declaraciones pasadas, ajustó su evaluación de la coordinación a "aceptable" y "muy profesional".

Posteriormente, Feijóo abordó la falta de explicaciones del Gobierno sobre el apagón, sugiriendo que podrían existir solo dos explicaciones: la ineficacia del Gobierno o una posible ocultación de información para presentar un relato favorable a sus intereses. "No hemos recibido una versión clara, e incluso Portugal acaba de expresar su desconfianza hacia Sánchez", afirmó el líder popular.

El presidente del PP instó a realizar una "auditoría independiente internacional" que esclarezca lo sucedido, afirmando que la ciudadanía tiene derecho a conocer la verdad y que el actual gobierno carece de la credibilidad necesaria.

Al ser consultados sobre posibles diferencias en sus posturas, Feijóo evitó profundizar en la interpretación de las palabras de Rueda, aunque sí subrayó que lo ocurrido representa una emergencia nacional "de manual" y de "grandes dimensiones". Se cuestionó cómo es posible que ante una crisis de tal magnitud no se declarase la emergencia desde el inicio, especialmente considerándolo un asunto que afecta a la totalidad del Estado.

El presidente autonómico también se pronunció al respecto, criticando que fueran las comunidades las que debieran decidir si la emergencia era nacional, basándose únicamente en un escueto correo electrónico y en solo 15 minutos para responder, lo cual resultó en una falta de claridad.

Reiterando su postura, Rueda subrayó que Galicia tomó la decisión de activar el nivel 3 de emergencia porque consideró que la situación lo requería, mientras que el Gobierno central mostró indecisión al respecto.

Feijóo compartió que él mismo se conectó en videoconferencia con otros presidentes autonómicos a una hora avanzada de la noche, lo que le pareció sorprendente, dado que el presidente Sánchez no había convocado tal reunión desde el medio día del apagón, cuando se dieron las condiciones para actuar de inmediato y declarar la emergencia.

El líder del PP destacó que la decisión de dejar en manos de las autonomías el manejo de la crisis resultó en una situación inconsistentemente manejada, donde solo una parte de España estaba bajo control estatal mientras que otras regiones no contaban con la misma protección.

En otro ámbito, el presidente de la Xunta aprovechó la presencia de Feijóo para resaltar la decisión "valiente y necesaria" respecto a la central del 112 y Urgencias Sanitarias-061, que demostraron ser muy efectivas durante el apagón.

Ambos líderes elogiaron el compromiso y profesionalismo del personal de emergencias y sanitario, reconociendo también la admirable actitud de los ciudadanos durante unas horas de incertidumbre que se extendieron a lo largo de toda la península.