SANTIAGO DE COMPOSTELA, 31 Ago.
En un hecho sin precedentes para el mes de agosto, Galicia no presenta actualmente ningún incendio activo ni pendiente de extinción, al menos en lo que respecta a las grandes superficies que superan las 20 hectáreas. Este mes ha sido testigo de una ola de incendios devastadora que ha arrasado miles de hectáreas, teniendo a la provincia de Ourense como una de las más afectadas. La mañana del domingo marcó el fin de los tres incendios más significativos de esta ola, y de la historia reciente de la comunidad.
Los incendios de Larouco, Oímbra, Xinzo de Limia, así como Chandrexa y Vilariño de Conso, han arrasado en total 78.587,83 hectáreas. Esta información proviene del último informe de la Consellería do Medio Rural, la cual solo considera los incendios que abarcan terrenos superiores a las 20 hectáreas.
El incendio de Larouco, que tuvo su origen en la parroquia de Seadur el miércoles 13 de agosto, fue extinguido a las 13.23 horas, después de consumir 31.778,18 hectáreas, lo que lo convierte en el mayor incendio registrado en la historia de Galicia.
De esta cantidad, 19.630,18 hectáreas corresponden a monte raso, mientras que 12.148 son de arbolado. Este incendio tuvo repercusiones en otros nueve municipios, incluyendo la localidad lucense de Quiroga, a la que el fuego llegó tras cruzar la frontera provincial.
El incendio de Oímbra y Xinzo de Limia fue extinguido a las 13.20 horas y afectó a 23.736,65 hectáreas, colocándolo como el segundo más grande en la historia gallega. Aunque las estimaciones iniciales de la Xunta sugerían que su tamaño era inferior al de Chandrexa, la realidad ha demostrado lo contrario.
Dentro de las hectáreas quemadas, 14.491,36 son monte raso y 9.273 corresponden a arbolado, afectando a los municipios de Monterrei, Cualedro, Verín, Laza, Trasmiras, Castrelo do Val y Baltar.
El incendio que se considera el tercero en tamaño, y el primero en iniciarse durante esta ola, corresponde a Chandrexa de Queixa y Vilariño de Conso, que finalmente consumió 23.036 hectáreas antes de su extinción a las 10.20 horas. De esta área, 20.633 hectáreas eran de monte raso y 2.373 pertenecían a arbolado, abarcan parte de los municipios ourensanos de Manzaneda, Montederramo, A Pobra de Trives, O Bolo y Laza.
Este fuego se originó a partir de tres focos, siendo el primero en la parroquia de Requeixo (Chandrexa) declarado el viernes 8 de agosto, mientras que los otros surgieron posteriormente en Parafita (Chandrexa) y Mormentelos (Vilariño).
Hasta el comienzo de esta ola de incendios, los mayores siniestros registrados en la historia del territorio gallego correspondían a dos fuegos de 2022: el de O Courel (Lugo), con 11.800 hectáreas, y el de Valedorras, que quemó 10.500 hectáreas. Estos incidentes ocurrieron tras una tormenta seca con rayos en julio, bajo el fenómeno meteorológico conocido como sistema convectivo de mesoscala.
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