El rey emérito Juan Carlos I ha llegado a Sanxenxo con la intención de participar en las regatas de la Copa del Rey de Vela. Desde su llegada el pasado miércoles a través de Vigo, Juan Carlos I ha estado entrenando para afrontar las pruebas de la competición. A diferencia del año pasado, su presencia en la zona se ha caracterizado por la privacidad y la discreción.
Este año no ha habido eventos de bienvenida ni baños de masas como ocurrió en 2022. El regatista y amigo personal de Juan Carlos, Pedro Campos, ha sido su anfitrión y alojamiento en Nanín. El rey emérito se ha limitado a navegar algunas horas por la ría de Pontevedra y no ha realizado ninguna actividad destacable.
La presencia de Juan Carlos I ha estado en el foco de la atención mediática aunque con menos presencia de medios internacionales que en 2022. Los medios nacionales sí han llevado a cabo una cobertura completa de su estancia en Sanxenxo.
La presencia del exmonarca no ha sido multitudinariamente rechazada como se había anticipado y sólo un grupo de militantes de Galiza Nova, organización juvenil del BNG, junto con el secretario general, Marta Gómez, y el diputado del BNG, Paulo Ríos, manifestaron su oposición a la visita del emérito.
Este viernes, el Partido Comunista de Galiza y de España, Esquerda Unida, Plataforma 3R y Asamblea Republicana han convocado una concentración bajo el lema "nin reis nin corruptos" en el mirador Juan Carlos I, cerca del náutico de Sanxenxo.
El objetivo principal del viaje de Juan Carlos I a Galicia es participar en las regatas de la Copa del Rey de Vela este fin de semana en Sanxenxo. Si el tiempo lo permite, la primera prueba de la Volvo Autesa Cup arrancará a las 13:00 horas del sábado. Juan Carlos I se encuentra en competición con el Bribón de José Cusí como patrón, defendiendo el liderato de la general frente a su principal rival, el Titia.