Crónica Galicia.

Crónica Galicia.

La Xunta critica la falta de acuerdo en la Ley de Movilidad Sostenible y sugiere que deja a algunas comunidades en el olvido.

La Xunta critica la falta de acuerdo en la Ley de Movilidad Sostenible y sugiere que deja a algunas comunidades en el olvido.

En un claro acto de defensa de los intereses gallegos, el conselleiro de Presidencia, Diego Calvo, ha expresado su profunda preocupación tras la aprobación del proyecto de Ley de Movilidad Sostenible, que tuvo lugar el miércoles pasado en el Congreso. Calvo enfatizó que esta legislación carece del consenso necesario con las comunidades autónomas, lo que resulta en un abandono evidente de territorios que merecen atención y recursos.

El respaldo a esta ley se ha forjado de manera controvertida, gracias a la abstención de Podemos, facilitada por un acuerdo de última hora en relación con la ampliación del aeropuerto de El Prat. Esta maniobra ha sido criticada por muchos que argumentan que se ha pasado por alto la voz de regiones que no se sienten representadas.

La aprobación de la norma se logró con el apoyo de 174 votos que provienen de diversas agrupaciones como el PSOE, Sumar, ERC, Junts, Bildu, PNV, BNG, Coalición Canaria, además de algunos miembros del Grupo Mixto. En contraposición, los partidos de la oposición, incluyendo al PP, Vox y UPN, se manifestaron en desacuerdo, marcando una línea divisoria clara en el debate político actual.

Calvo, en un evento realizado este jueves en A Coruña, reveló que la Xunta había solicitado una reunión con el ministro de Transportes, Óscar Puente, con el objetivo de reunir a todos los consejeros del país que tienen competencias en movilidad. Este llamado a la colaboración refleja la necesidad de dialogar sobre una ley que, según el conselleiro, ha sido elaborada sin considerar adecuadamente las particularidades de cada comunidad.

El conselleiro también lamentó la pérdida de paradas clave en la red de transporte, lo que a su juicio condena a ciertas zonas al aislamiento, mencionando específicamente a localidades como Lalín, Melide y Arzúa. Estas decisiones son vistas como un golpe directo al desarrollo de ciertas áreas de Galicia.

Por último, Calvo no se contuvo al criticar al BNG por su apoyo a la ley, señalando la diferencia entre sus posturas en Madrid y en el Parlamento gallego. Afirmó que su actitud parece ser de complacencia en la capital, mientras que en su región adoptan una postura más combativa. Esto genera desconcierto entre los ciudadanos que esperan coherencia en las acciones de sus representantes.