Crónica Galicia.

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Luis Insua (PP) asume la alcaldía de Fisterra (A Coruña) amid críticas por un presunto acuerdo secreto con el concejal disidente.

Luis Insua (PP) asume la alcaldía de Fisterra (A Coruña) amid críticas por un presunto acuerdo secreto con el concejal disidente.

En un giro inesperado de la política local, la exregidora Áurea Domínguez ha arremetido contra el Grupo Popular y su nuevo alcalde, Luis Insua, cuestionando la transparencia de un acuerdo que, según sus palabras, refleja “intereses privados y oscuros” en lugar del bienestar del municipio.

Este martes, Luis Insua fue designado alcalde de Fisterra tras la aprobación de una moción de censura que destituyó a Domínguez, quien representaba a Alternativa dos Veciños. La moción fue impulsada por el Partido Popular (PP) y recibió la colaboración de Francisco Martínez Traba, un edil que previamente formó parte del equipo gobernante.

Insua, respaldado por esta alianza, ha logrado obtener la mayoría necesaria en el pleno municipal, siguiendo las disposiciones vigentes de la Ley Orgánica del Régimen Electoral General (LOREG), las cuales permitieron esta acción tras una reciente sentencia del Tribunal Constitucional que modificó las reglas sobre votos de tránsfugas.

Durante la sesión, el nuevo alcalde proclamó que la moción no era un “acto de venganza” y prometió un “gobierno sólido y racional”. Defendió la legalidad de los procedimientos adoptados y pidió a los asistentes que recordaran las diferencias que habían surgido en la gestión del gobierno anterior.

Insua se comprometió a trabajar incansablemente en beneficio de los fisterráns, subrayando que el PP había actuado responsablemente, permitiendo el pago a proveedores, lo que, según él, había beneficiado al municipio en tiempos de inestabilidad.

A pesar de estos argumentos, Domínguez criticó la falta de claridad del PP sobre los motivos detrás de la moción y el pacto con Martínez Traba, sugiriendo que esto era evidencia de una “coalición oscura” que desatendía el interés público por conveniencias personales.

La exalcaldesa alegó que los concejales que apoyaron la moción habían traicionado la confianza de sus votantes al utilizar esta herramienta democrática para satisfacer ambiciones individuales, desviando el enfoque de lo que realmente debería ser la política intencional: el bienestar común.

Domínguez argumentó que el único propósito de la moción era despojarla del cargo, insinuando que el verdadero sentido de la democracia se había ignorado por un afán de poder que no podía ganarse en las urnas. En medio de vítores de sus seguidores, aseguró que este comportamiento solo demuestra que no tienen fe en el electorado.

En sus comentarios, también hizo hincapié en que la motivación de Martínez Traba para aliarse con el PP surgió cuando ella se negó a ignorar la ley para complacer sus intereses personales.

Además, criticó la actitud de la Xunta hacia el Ayuntamiento de Fisterra, al que acusó de desatender sus necesidades repetidamente a lo largo de su mandato. Con un mensaje de desafío, Domínguez concluyó afirmando: “¡Adelante, Fisterra! Nos veremos en las urnas”, lo que fue ovacionado por sus simpatizantes.

Francisco Antonio Lestón, portavoz del equipo de Domínguez y también teniente de alcalde, se unió a las críticas a la moción presentada por Insua, subrayando que carecía de legitimidad ética y resaltando la importancia de un gobierno respaldado por la voluntad del pueblo.

Desde el PSOE, José Marcote también arremetió contra el PP, señalando la hipocresía de apoyar la moción de Insua mientras denigra acciones similares en otras partes de España. Criticó la dirección política que ha tomado el PP y cuestionó su moral al asociarse con figuras de la extrema derecha.

Por su parte, Tereixa Fernández del BNG criticó al PP por no observar las condiciones adecuadas para llevar a cabo la moción, aunque reconoció que el gobierno anterior había estado en una posición poco viable para lograr cambios significativos debido a su falta de apoyos.

Tras la votación, Luis Insua fue oficialmente proclamado como alcalde y recibió el bastón de mando en una ceremonia que reflejaba un cambio de liderazgo. La entrega fue realizada por la edil popular Jenifer Suárez, aunque la saliente alcaldesa dejó claro que el procedimiento debería corresponder a quien abandonaba el cargo.

Como nuevo regidor, Insua expresó su orgullo al asumir el puesto y se ofreció a la comunidad para asistente en cualquier necesidad. Al finalizar la ceremonia, agradeció a su familia y al gobierno saliente por sus aportes a Fisterra, a pesar de las discrepancias.

En cuanto a la integración del edil díscolo en el nuevo gobierno, Insua no quiso despejar dudas y afirmó que aún se estaban discutiendo los compromisos futuros, sugiriendo que pronto habrá claridad al respecto en la siguiente sesión del pleno.

Al salir del recinto, Domínguez criticó la falta de preparación del nuevo liderazgo, insinuando que su llegada al poder era más una cuestión de improvisación que una estrategia bien pensada, y advirtió sobre posibles irregularidades que podrían surgir de este acuerdo.