Peligra el futuro laboral en talleres de Renfe en Ourense: 32 puestos amenazados por la externalización.
OURENSE, 25 de mayo. En medio de un clima de inquietud laboral, la reciente convocatoria de Renfe Mercancías ha suscitado alarmas entre los empleados de los talleres ferroviarios de Ourense. Este concurso, que fue publicado el 9 de mayo y tiene un valor que supera los 70 millones de euros, plantea un desafío significativo para el futuro de estos trabajadores.
El contrato en cuestión incluye el mantenimiento completo durante cinco años de 65 locomotoras de la serie 333.3. Esta situación pone en riesgo la operatividad de las instalaciones de Ourense, que actualmente se encargan de la reparación de 26 de esas unidades. Con este panorama, el sindicato CGT advierte que la adjudicación del contrato en sus términos actuales podría dejar a la plantilla compuesta por 32 personas sin trabajo.
En una reunión convocada por los propios trabajadores, el gerente del Área Noroeste de Ingeniería y Mantenimiento confirmaba la situación preocupante que enfrentan. Según CGT, la dirección de Renfe no ha sido capaz de especificar qué locomotoras reemplazarán a las que están siendo reparadas en Ourense, lo que crea una total incertidumbre sobre el futuro del taller.
El concurso permite a la empresa ganadora utilizar su propio personal, así como sus instalaciones y herramientas, y ofrecer asistencia técnica, lo que se percibe como un paso hacia la privatización de tareas que anteriormente eran realizadas por empleados del sector público. Esta tendencia ya ha resultado en el cierre de talleres en otras ciudades como A Coruña y Monforte, lo que agrava aún más los temores de que el centro ourensano se quede sin funciones.
Frente a esta situación, CGT no solo se ha opuesto a la posible privatización, sino que ha lanzado una ofensiva para buscar apoyo institucional. Han dirigido escritos al Ayuntamiento de Ourense, así como a diversos grupos políticos y a los responsables de Renfe, exigiendo la anulación de la licitación.
Además, el sindicato ha propuesto una alternativa al problema: la creación de una base de mantenimiento para trenes de Alta Velocidad en Ourense, en lugar de que estas operaciones sigan realizándose en Madrid-Fuencarral, donde ya se enfrenta una saturación de trabajo. Según argumentan, esto representaría una clara oportunidad para asegurar el empleo ferroviario en la comunidad gallega.
La preocupación entre los trabajadores no es única de Ourense. El Sindicato Ferroviario Intersindical ha calificado la situación como de "extrema gravedad", señalando el riesgo de movilidad forzada para los empleados. Por su parte, CGT ha dejado claro que si no se garantizan puestos de trabajo en las próximas reuniones con Renfe, se organizarán movilizaciones.
Con la expectativa de recibir respuestas concretas de la empresa, los empleados viven un momento de gran desasosiego. Desde CGT advierten que el futuro del empleo ferroviario en Galicia está en juego, lo que añade presión a la situación actual.
En un contexto donde las iniciativas para mejorar el tren en la región continúan acumulándose, los trabajadores de Ourense enfrentan una creciente incertidumbre. Cada día sin respuestas claras exacerba el conflicto que ya se ha desatado.
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