El presidente de la Xunta de Galicia, Alfonso Rueda, ha dado un paso significativo en la conmemoración de la identidad gallega al otorgar la Medalla de Galicia a la princesa de Asturias, Leonor de Borbón. El evento, celebrado en el emblemático Pazo de Raxoi, subraya la relevancia de los valores de diálogo y moderación en la sociedad gallega.

Rueda ha contrastado esta visión de Galicia con otras regiones donde predominan los conflictos y la incertidumbre, reafirmando que, en medio de la inestabilidad política a nivel nacional, Galicia se erige como un bastión de seguridad y progreso.

Durante su discurso, que combinó tanto el gallego como el castellano, el presidente destacó la estabilidad como un medio esencial para fomentar el bienestar y atraer inversiones que impulsen el progreso de todos los gallegos. Este enfoque refleja una voluntad de gobernar desde la inclusión y el respeto por todos los ciudadanos.

El mandatario no ha eludido mencionar las ausencias notables en el acto, como la de la alcaldesa de Santiago, Goretti Sanmartín. Subrayó la importancia de que aquellos en posiciones de liderazgo comprendan que su misión debe estar orientada al bienestar colectivo, sin discriminar a ninguna parte de la población.

Recordando a ilustres figuras como Castelao y Otero Pedrayo, Rueda afirmó que la lengua gallega, que durante mucho tiempo fue relegada, ha recuperado su lugar y demanda atención continua. Este reconocimiento a la lengua se enmarca dentro de un contexto más amplio de orgullo cultural, que es fundamental en la identidad gallega.

El presidente concluyó su mensaje enfatizando que el legado cultural, la historia y la lengua gallega son aspectos diferenciadores que enriquecen, no solo a Galicia, sino a toda España. Propuso unirse para fortalecer una identidad que, lejos de dividir, debe coexistir con la identidad nacional y europea.

Finalmente, Rueda expresó su compromiso por trabajar juntos para superar las divisiones, en un momento que requiere de los ciudadanos una visión de unión y colaboración, reiterando el apoyo de la familia real, encabezada por Su Majestad el Rey Felipe VI, como un modelo a seguir en esta España que necesita líderes ejemplares.