SANTIAGO DE COMPOSTELA, 25 Oct.

El hemiciclo gallego se convirtió en el escenario de una acalorada confrontación política al finalizar la sesión de control al presidente de la Xunta, Alfonso Rueda. Esto ocurrió después de que el mandatario autonómico vinculara un anuncio para mayores de 65 años con un supuesto desprecio del BNG hacia este colectivo, afirmando que "dicen que no saben votar".

La indignación en la bancada nacionalista provocó que la portavoz nacional del BNG, Ana Pontón, solicitara hablar amparándose en el artículo del Reglamento que permite aclarar imprecisiones. Pontón exigió la retirada de esa expresión y denunció que se acusara al BNG de "despreciar a los mayores porque dicen que no saben votar".

Ante la falta de respuesta por parte del mandatario gallego, el presidente de la Cámara, Miguel Santalices, intervino para afirmar que Rueda tenía derecho a participar o no en el debate. Esta declaración generó aún más enfado en la bancada nacionalista. En medio de la creciente tensión política, Rueda y casi todos los conselleiros abandonaron el hemiciclo gallego, mientras Santalices justificaba que la expresión se mantuviera como parte del "debate político".

Inmediatamente después de la disputa, el viceportavoz del Grupo del BNG, Luís Bará, tomó la palabra visiblemente indignado y acusó a Rueda de "despreciar" la Presidencia del Parlamento. Aplaudido por sus compañeros de grupo, Bará criticó la conducta del presidente al abandonar la sala mientras el presidente del Parlamento estaba hablando. "¿Puede haber mayor desprecio hacia esta institución?", cuestionó Bará, quien concluyó afirmando que Rueda "no merece" ser el presidente de la Xunta, calificando su comportamiento como "una auténtica vergüenza e indecencia" y mostrando su indignación hacia el "desprecio" hacia la Cámara.

Acto seguido, Santalices tomó la palabra para asegurar que no se sentía "deshonrado" por el mandatario autonómico. Defendió la libertad de Rueda para marcharse o no y recordó que este tenía un acto público programado para las 12:30 en Salvaterra do Miño, aproximadamente dos horas después de la sesión de control.