La Fiscalía ha formulado graves acusaciones contra una mujer, a quien se le imputa la muerte de su compañera de piso, Leticia Sanabria, durante una discusión en O Barco de Valdeorras, Ourense. El juicio contra la procesada comenzará este lunes en la Audiencia Provincial de Ourense, y se enfrenta a una posible condena de 12 años de prisión por parte del Ministerio Público, mientras que la acusación particular solicita 20 años.

Este trágico caso, que data de septiembre de 2021, se centra en los eventos de esa fatídica noche del 10 de septiembre, cuando Leticia, que trabajaba como prostituta en el mismo club de alterne que la acusada, fue presuntamente asfixiada por F.A. tras una altercada entre ambas.

El juicio, que fue inicialmente programado para principios de año, se aplazó y finalmente se llevará a cabo comenzando el 24 de marzo, momento en el que se constituirá el jurado popular encargado de decidir sobre los hechos, que fueron investigados por el juzgado de Instrucción número 1 de O Barco.

F.A., de nacionalidad nigeriana, ha estado en prisión provisional desde noviembre de 2021. La Fiscalía sostiene que el presunto delito equivale a homicidio y solicita, además, una indemnización para los familiares de la víctima que asciende a 150.000 euros.

Por su parte, la acusación particular considera que los hechos constituyen un asesinato deliberado, argumentando que la gravedad de la situación justifica la pena máxima de 20 años de cárcel para la acusada. Leticia, originaria de Paraguay, tenía solo 29 años cuando perdió la vida.

De acuerdo con la Fiscalía, el conflicto se originó al regresar las dos mujeres al apartamento que compartían, después de su jornada laboral en el bar. Entre las 04:20 y las 06:00 horas, una pelea se desató en la habitación, aparentemente tras un intento de la acusada de agredir a la víctima.

La resistencia de Leticia, según el informe de la Fiscalía, llevó a F.A. a agredirla físicamente, causando diversas contusiones, e incluso utilizó un objeto punzante en el altercado. Finalmente, la procesada recurrió al uso de un "objeto blando" para suprimir la resistencia de Leticia, asfixiándola al presionar este objeto contra su rostro hasta que dejó de respirar.

La captura de la acusada tuvo lugar más de dos meses después del asesinato. La Guardia Civil la arrestó en noviembre, en conjunto con otra compañera de piso de nacionalidad brasileña, quien posteriormente fue exonerada de cualquier responsabilidad en el caso tras permanecer en prisión preventiva por varios meses.