En un importante encuentro celebrado en Santiago de Compostela, Ciudadanos ha dado un paso firme hacia la reconstrucción de su estructura en las diferentes comunidades autónomas del país. La reunión tuvo lugar el pasado sábado y marcó la primera aparición de su nueva junta autonómica, impulsando una estrategia que busca revigorizar el partido y hacerlo un referente en la lucha contra el bipartidismo.

El líder de la formación, Carlos Pérez-Nievas, expresó en declaraciones a Europa Press su deseo de erigir un espacio político que sirva como baluarte ante el dominio de los dos grandes partidos. En sus palabras, pretende que Ciudadanos se convierta en un “punto de apoyo” y la “piedra angular” de esta nueva alternativa política. Sin embargo, aclaró que no se trata de integrar a todos en su partido, sino de construir un movimiento más amplio.

Durante esta asamblea, Pérez-Nievas estuvo acompañado por el coordinador autonómico, Manuel Moinelo, y por María Vázquez, secretaria de Movilización, Programas y Acción Europea. Vázquez destacó que el objetivo de este reciente despliegue en las comunidades ha sido “rearmar” el partido, utilizando la base de apoyo local para ofrecer una respuesta viable a la corrupción que ha marcado al bipartidismo en los últimos tiempos.

El secretario general subrayó la importancia de generar una alternativa real al escenario político actual, que a su juicio, está marcado por la corrupción tanto del PSOE como del PP. “No podemos aceptar que la única opción frente a un PSOE corrupto sea un PP que también enfrenta escándalos”, criticó con claridad. Al mismo tiempo, mostró su desdén por el crecimiento del populismo en ambas inclinaciones políticas, considerándolo inaceptable.

Mirando hacia el futuro, el líder de Ciudadanos dejó claro que el partido no será el único frente de oposición al bipartidismo. “No quiero dar la impresión de que todos deben integrarse en Ciudadanos”, enfatizó, reiterando su intención de ser un catalizador para una nueva ola política que emerja desde la ciudadanía misma.

María Vázquez también se manifestó sobre la necesidad de una alternativa y la frustración que sienten muchos ciudadanos frente a la situación política actual. Hizo un llamado a aquellos que han perdido la fe en el sistema y quienes contemplan la abstención, argumentando que es indispensable movilizarlos para que no se conviertan en cómplices de la impunidad de políticos corruptos.

La asamblea no solo se centró en la nueva junta, sino que también se utilizó como un trampolín para mostrar su preparación ante los retos electorales venideros, tanto en las elecciones autonómicas como en las generales, que podrían anticiparse. Moinelo reafirmó su compromiso de hacer frente a los desafíos electorales con una estructura sólida en todas las provincias gallegas.

“No podemos seguir esperando a que la situación mejore”, concluyó Moinelo, enfatizando que este encuentro marca el inicio de una nueva etapa para Ciudadanos, con una firme intención de cambiar el rumbo de la política en el país.