El Tribunal Supremo será el siguiente paso para Ana Sandamil, condenada por el asesinato de su hija Desirée en 2019. La condena a prisión permanente revisable ha sido ratificada por el Tribunal Superior de Justicia de Galicia después de desestimar el recurso de apelación presentado por la acusada. Fuentes cercanas al caso han confirmado que Sandamil y su familia tienen la intención de recurrir al Tribunal Supremo y argumentar la posible aplicación de alguna eximente en su condena.
La Audiencia Provincial de Lugo concluyó en su sentencia que Sandamil actuó con la intención de acabar con la vida de su hija, suministrándole fármacos sedantes y asfixiándola posteriormente con sus propias manos y otros objetos encontrados en la habitación. Los magistrados del Tribunal Superior de Justicia de Galicia consideran que este acto constituye un asesinato agravado por el parentesco.
Uno de los factores que pudo influir en el crimen fue el conocimiento de Sandamil sobre los planes del padre para modificar e incrementar el régimen de visitas. Según la sentencia, la acusada buscó sustancias venenosas y simuló sintomatología psicótica, además de intentar obstruir a la justicia mediante el borrado y ocultación de pruebas y negarse a entregar los dispositivos electrónicos. El Tribunal Superior de Justicia de Galicia respalda estas conclusiones basándose en pruebas forenses y de criminalística.
El caso ha pasado por dos juicios. En el primer juicio, el jurado popular dictaminó la culpabilidad de Sandamil en febrero de 2022 y la Audiencia de Lugo la condenó a prisión permanente revisable, reconociendo cierta afectación psicológica. Sin embargo, el Tribunal Superior de Justicia de Galicia anuló el veredicto y ordenó repetir el juicio debido a la fundamentación insuficiente sobre el estado psicológico de Sandamil. En marzo de 2023, se realizó un segundo juicio en el que el jurado popular volvió a declararla culpable, esta vez negando cualquier afectación psicológica en el momento del crimen.