PONTEVEDRA, 20 de noviembre.
Las autoridades de Sanxenxo han emprendido una investigación contra un individuo de 49 años, residente en Meaño, en relación a un grave caso de maltrato animal, siendo acusado de disparar a un perro que lamentablemente murió debido a las heridas sufridas.
Los hechos ocurrieron el pasado 15 de noviembre, cuando los dueños del can hicieron un escalofriante descubrimiento: encontraron a su mascota herida, con una sangrado profuso. Inicialmente pensaron que el perro había sido atropellado, pero al llevarlo a una clínica veterinaria, los profesionales hallaron un proyectil alojado junto al pulmón del animal, lo que condujo a su fallecimiento poco después, según detalla la Guardia Civil en un comunicado oficial.
Ante esta situación, se dio inicio a las diligencias correspondientes, realizando una minuciosa inspección ocular. Durante esta operación, se halló un rastro de sangre que se extendía a lo largo de 100 metros, llegando hasta un galpón que pertenece al vecino investigado. Tras identificar al sospechoso, se constató que este contaba con licencia de caza y poseía una escopeta registrada a su nombre.
Luego de que el propietario del perro interpusiera la denuncia pertinente, el sospechoso fue convocado a las instalaciones de la Guardia Civil de Sanxenxo para declarar como investigado. En ese momento, entregó voluntariamente una carabina de aire comprimido, un arma que debía estar debidamente documentada. Sin embargo, las autoridades confirmaron que no contaba con la documentación necesaria para poseer dicha arma, lo que llevó a que también se le denunciara por este motivo. Las diligencias realizadas han sido enviadas al Juzgado de Guardia de Cambados para su correspondiente tratamiento judicial.
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