Crónica Galicia.

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El Tribunal Supremo confirma la pena de 11 años de cárcel para el agresor que intentó matar a su pareja en Carballo en 2022.

El Tribunal Supremo confirma la pena de 11 años de cárcel para el agresor que intentó matar a su pareja en Carballo en 2022.

La Sala de lo Penal del Tribunal Supremo ha confirmado la sentencia de 11 años de prisión para un individuo que intentó asesinar a su pareja en Carballo, A Coruña, durante un incidente violento ocurrido en mayo de 2022. Esta decisión se deriva de la ratificación de los fallos emitidos previamente por la Audiencia Provincial y el Tribunal Superior de Xustiza de Galicia.

El tribunal rechazó el recurso de casación interpuesto por el condenado, que argumentaba no existir pruebas suficientes que evidenciaran su intención de causar la muerte de su pareja. Sin embargo, el Supremo desestimó este y otros alegatos, afirmando que está comprobado que el acusado mantuvo una discusión con la víctima mientras regresaban a su hogar tras una velada con familiares y amigos en Carballo.

Según los jueces, en un acto de violencia desenfrenada, el acusado detuvo el vehículo en la vía pública y, sin mostrar ningún tipo de resistencia ante el peligro que representaba su acción, golpeó a la víctima en repetidas ocasiones en la cara. La agresión no se detuvo ahí; tras salir del coche, también le propinó patadas en la cabeza, lo que refleja una brutalidad preocupante.

El tribunal también consideró elementos agravantes en esta causa, como el parentesco y la violencia de género, al tiempo que reconoció una atenuante por embriaguez. Cabe destacar que la sentencia es firme y no admite recurso adicional.

Durante el juicio, el acusado se declaró “inocente” de los cargos, aunque admitió que efectivamente había agredido a su pareja, expresando en la sala: "Claro que le pegué". Por otro lado, la víctima afirmó no recordar los hechos, asegurando solo tener noción de haber estado en un establecimiento y de haber despertado en el hospital.

En el proceso judicial, la Fiscalía solicitó una pena de 13 años de prisión, mientras que la acusación particular pidió 17 años. En contraste, la defensa pretendía reducir la condena a un año por lesiones agravadas, planteando diferencias notables en las perspectivas de culpabilidad y justicia en este caso de violencia de género.