Feijóo regresa a sus raíces para energizar a su base antes del congreso y evitar gobernar por desgaste del PSOE.
Se llevó a cabo en O Pino, A Coruña, la romería popular organizada por el Partido Popular provincial, evento que reunió a más de 4.000 asistentes en un ambiente festivo que combinó tradición y política. El alcalde de la localidad, Manuel Taboada, actuó como anfitrión, marcando el inicio de una jornada en la que no faltaron los pulpos, rosquillas y música en vivo.
Entre los participantes destacó la figura de “Toñito” de Carballo, un conocido seguidor del líder del PP, Alberto Núñez Feijóo, que ha cobrado notoriedad por su entusiasmo durante las campañas electorales. Aclamando a Feijóo como un “fenómeno”, su energía resonó entre la multitud, lo que refleja el apoyo significativo con el que cuenta el dirigente gallego en su búsqueda hacia el XXI Congreso Nacional que se celebrará en julio.
Feijóo, al regresar a su Galicia natal, donde alcanzó un notable registro de cuatro mayorías absolutas, subrayó la importancia del congreso y la necesidad de renovar la política española. “Queremos que los españoles recuperen la ilusión”, dijo a sus seguidores, enfatizando que su objetivo es establecer un “punto de inflexión” y formar un equipo que represente a todos los ciudadanos, más allá de los nombres y figuras individuales.
En su discurso, hizo una reflexión sobre los resultados obtenidos en elecciones pasadas, comparando los más de 4 millones de votos que el PP recibió en 2019 con los casi 8 millones actuales, con el firme propósito de aspirar a alcanzar los 10 millones en próximas elecciones. “Reconoceréis al Feijóo de las grandes victorias”, declaró con confianza.
Alfonso Rueda, líder del PP en Galicia, también dirigió unas palabras al público, reafirmando su apoyo a Feijóo y mencionando las prioridades y necesidades que Galicia espera del futuro presidente del Gobierno. Con un guiño a los expresidentes que han dejado marca en la comunidad, Rueda instó a la unidad en la búsqueda de un liderazgo efectivo para España.
El evento no solo consistió en discursos, sino que también fue una auténtica fiesta popular. Con actividades para todas las edades, los asistentes disfrutaron de deliciosos platillos, entre ellos el célebre pulpo a la gallega, y se ofrecieron diversas opciones gastronómicas para satisfacer los gustos de los participantes. Mientras tanto, los asistentes no dudaron en capturar momentos con los líderes políticos presentes, generándose largas filas para tomarse fotos junto a ellos.
A medida que avanzaba la jornada, la atmósfera festiva se mantuvo viva, con música a cargo del grupo local y la comunidad disfrutando de una tradición que ha resistido la prueba del tiempo, ahora en su séptima edición. A la sombra del toldo, los líderes políticos se mezclaron con los asistentes, atendiendo amablemente las peticiones de fotos y compartiendo unas cañas en un brindis informal, todo mientras se preparaban para un banquete que prometía ser memorable.
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