
GALICIA, 27 de agosto. La situación de los incendios en Galicia comienza a mejorar tras semanas de intensa actividad. Este miércoles, los equipos de emergencias lograron extinguir el incendio que había afectado al municipio de Carballedo, en la provincia de Lugo.
A su vez, se informó sobre el progreso en el control de otro foco en Ourense, específicamente en Carballeda de Valdeorras. Este incendio, que se inició el 18 de agosto tras entrar en Galicia procedente de Castilla y León, ha devastado unas 5.000 hectáreas. El último reporte sugiere que el fuego está estabilizado, lo cual es motivo de optimismo.
Según los datos proporcionados por la Consellería do Medio Rural, el incendio en A Pobra do Brollón sigue activo, abarcando actualmente 900 hectáreas. Este fuego es uno de los puntos de preocupación en la región, aunque se están gestionando esfuerzos para su control.
En Ourense, otro incendio continúa su curso en Avión, en la parroquia de Nieva, con una extensión de 250 hectáreas afectadas. Este fuego se originó el domingo pasado y, aunque ha sido controlado, se requiere vigilancia constante para evitar su propagación.
Por otro lado, los incendios en Chandrexa de Queixa y Vilariño han sido estabilizados, sumando más de 19.000 hectáreas entre ambos. Asimismo, el incendio de Larouco en la parroquia de Seadur ha devastado unas 30.000 hectáreas, mientras que los incendios en Oímbra y Xinzo de Limia han arrasado aproximadamente 17.000 hectáreas. Otras áreas, como A Mezquita y Carballeda de Avia, también han visto daños significativos, con 10.000 y 4.000 hectáreas afectadas, respectivamente.
En lo que respecta a los incendios controlados, se encuentran los de Maceda (3.500 hectáreas) y Montederramo, en la parroquia de Paredes (120 hectáreas), así como el de Vilardevós, que afecta a 900 hectáreas. La situación refleja la enorme capacidad de respuesta de los equipos de emergencia, que trabajan sin descanso en la lucha contra las llamas.
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