La Eurocámara da luz verde a la conexión de alta velocidad entre Lisboa y Madrid en 2030.

El BNG denuncia que la decisión adoptada por el Parlamento Europeo supone una clara "discriminación" hacia Galicia y representa un "grave revés" para la conexión Vigo-Oporto.

BRUSELAS / SANTIAGO DE COMPOSTELA, 24 Abr.

El Parlamento Europeo ha aprobado definitivamente la revisión del plan para la red transeuropea de transporte (RTE-T), priorizando proyectos transfronterizos como la línea de alta velocidad Lisboa-Madrid para 2030 o el corredor Mediterráneo desde Algeciras a Budapest.

Este plan se enfoca en carreteras, ferrocarriles, puentes y túneles transfronterizos para eliminar cuellos de botella y abordar conexiones pendientes antes de 2030, con 565 votos a favor, 37 en contra y 29 abstenciones.

El PP español votó en contra, quedando casi solo en el grupo popular, al igual que los eurodiputados de Vox y Unidas Podemos.

El BNG tampoco respaldó la propuesta, considerando que se trata de una "discriminación para Galicia" y representa un gran obstáculo para la conexión Vigo-Oporto, crucial para la ciudad y la región gallega.

"Una vez más, el PP se opone a un acuerdo clave para España", critica la parlamentaria socialista Isabel García Muñoz, defensora del plan para cumplir con las conexiones con Francia, vital para el transporte español. "No se entiende el voto del PP en contra de los intereses del país", agrega la eurodiputada.

La actualización del plan incluye una red de ferrocarriles, carreteras, vías navegables y transporte marítimo corto conectados en toda la UE, con la línea de alta velocidad entre Lisboa y Madrid como uno de los principales proyectos.

Los proyectos principales deben completarse antes de 2030, con una amplia infraestructura desplegada para el 2050, según lo aprobado por la Eurocámara.

El plan establece que los ferrocarriles de la RTE-T básica sean electrificados, circulen a 100 km/h para mercancías y crucen las fronteras internas de la UE en menos de 25 minutos para 2030, aumentando a 160 km/h para trenes de pasajeros desde 2040.

Así, se busca que el ferrocarril compita con el transporte por carretera, según la ponente popular Barbara Thaler. La Comisión deberá asegurar que los Estados cumplan con sus obligaciones y presionar si no lo hacen.

El plan también considera la movilidad militar para construir o mejorar infraestructuras, con un estudio de movimientos a gran escala en la UE para facilitar la planificación militar.