En la mañana del 21 de enero, agentes de la Unidad Central Operativa (UCO) de la Guardia Civil han llevado a cabo un registro a un buque mercante atracado en el Puerto de Vigo, ante la sospecha de que la embarcación podría estar transportando sustancias ilegales, específicamente droga.

Según información proporcionada por fuentes vinculadas a la investigación, el barco en cuestión es el ‘Baltic Summer’, que cuenta con unas dimensiones de 156 metros de eslora y 23 de manga. Esta cifra destaca la magnitud del mercante y plantea la dificultad del proceso de revisión de su carga.

Se ha revelado que la Guardia Civil abordó el ‘Baltic Summer’ en alta mar antes de llevarlo a puerto, donde ahora se está realizando una exhaustiva inspección de su contenido. La operación se desarrolla con un enfoque meticuloso, dado el tamaño del embarcadero. Por el momento, no se han encontrado evidencias concretas de la presencia de drogas en su interior.

El barco zarparía originalmente del puerto de Bolívar en Ecuador, con San Petersburgo, Rusia, como su destino final, lo que agrega un matiz internacional a esta investigación. La operación está coordinada desde Madrid, con el respaldo de la Comandancia de la Guardia Civil en Pontevedra, lo que subraya la seriedad de la alerta sobre el tráfico de drogas.

Esta acción se produce tras una serie de detenciones en las últimas semanas, donde se arrestaron a nueve individuos relacionados con la incautación de más de mil kilos de cocaína que viajaban en el contenedor de otro buque, el ‘Cape Citius’, de bandera chipriota y también procedente de Ecuador.

Además, cabe recordar que a principios de diciembre, en otro suceso reciente en el Puerto de Vigo, fueron interceptados 500 kilos de cocaína en un contenedor del barco ‘Izmit Express’, que se había originado en Cartagena de Indias, Colombia. Dicha cantidad se sumó a otros 23 kilos que el capitán del barco había descubierto previamente en las bodegas del mismo. Esta serie de eventos pone de relieve la creciente preocupación sobre el contrabando de drogas y la necesidad de una vigilancia constante en las rutas marítimas.