Crónica Galicia.

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Más del 95% de mujeres gallegas con diagnóstico temprano de cáncer de mama sobreviven cinco años.

Más del 95% de mujeres gallegas con diagnóstico temprano de cáncer de mama sobreviven cinco años.

Un reciente estudio ha revelado que el 92% de los diagnósticos realizados a través del Programa Gallego de Detección Precoz del Cáncer de Mama (Pgdpcm) corresponde a casos detectados en el Estadio I, lo cual contribuye significativamente a las tasas de curación.

SANTIAGO DE COMPOSTELA, 18 de octubre.

Más de 95 de cada 100 mujeres que han sido diagnosticadas con cáncer de mama en Galicia mediante el programa de detección precoz del Sergas, logran sobrevivir durante al menos cinco años. Este dato se deriva del más reciente informe sobre la supervivencia de esta enfermedad que abarca hasta el año 2020 y ha sido publicado por el Servizo Galego de Saúde.

El cáncer de mama representa el tipo más habitual de cáncer en mujeres. Se estima que un tercio de los diagnósticos de cáncer en féminas son de esta índole, y se prevé que una de cada 13 mujeres desarrollará esta enfermedad antes de cumplir 75 años. Durante el año 2022 se registraron 1.853 nuevos casos de cáncer de mama, lo que representa un 26% de los tumores diagnosticados en mujeres ese mismo año. Además, es la principal causa de mortalidad por cáncer entre la población femenina en Galicia, con 417 fallecimientos en 2021.

A pesar de ser el cáncer más común, el pronóstico es alentador, dado que las pacientes diagnosticadas a tiempo pueden tener una vida más prolongada en comparación con otros tipos de cáncer. La detección temprana permite tratamientos menos agresivos y con menos efectos secundarios.

El programa de detección precoz se instauró en 1992 y logró una cobertura completa en 1998. Inicialmente, se centraba en mujeres de entre 50 y 64 años, pero en 2005 se amplió, siguiendo las recomendaciones de la Unión Europea, hasta alcanzar a mujeres de 69 años en 2009.

Desde septiembre de 2022, el programa ha iniciado una nueva fase de actualización, considerando la ampliación de las edades de cribado entre 45 y 74 años, con una implementación efectiva en septiembre de 2023, apuntando a alcanzar a toda la población objetivo en un corto tiempo.

Según el informe, desde su inicio hasta 2020, se invitó a participar a 3.586.524 mujeres, con un total de 2.841.056 mamografías realizadas, lo que representa una participación global del 79,2%, manteniéndose por encima del 80% desde 2013.

Los resultados indican que el 97,1% de las mujeres tuvo un resultado negativo, mientras que solo el 2,9% requirió una evaluación adicional. Entre 1992 y 2020, se diagnosticaron 10.680 casos, con una tasa de detección de 3,8 por cada 1.000 mujeres examinadas.

Una observación importante es que el 92% de los casos fueron diagnosticados en los estadios I y II, con un aumento de la detección en estadio I a lo largo de los años en detrimento del estadio II.

En términos de mortalidad, hasta finales de 2022, se reportaron 707 defunciones por cáncer de mama entre las mujeres que formaban parte del programa, lo que se traduce en una tasa de 7,3 muertes por cada 1.000 mujeres al año.

Un aspecto positivo del programa es la notable reducción de la mortalidad en las casi tres décadas desde su implementación. A los cinco años del diagnóstico, la tasa de mortalidad ha disminuido de 12,5 por 1.000 en la primera cohorte de pacientes a 3,8 en la más reciente, correspondiente a 2013-2017.

Las mamografías se realizan cada dos años mediante un sistema de citación personal que se envía por SMS con antelación. Las pacientes deben presentar su documento de identidad y se les recomienda usar ropa cómoda y evitar la aplicación de productos en las mamas antes de la prueba.

El procedimiento consiste en un par de mamografías realizadas con un equipo especializado y analizadas por dos radiólogos de manera independiente, prevaleciendo siempre el resultado más adverso.

Normalmente, las mamografías son indoloras, a pesar de que requerirán cierto grado de compresión en las mamas por un breve periodo, lo que podría causar algún tipo de incomodidad, especialmente en mujeres que están por menstruar.

Si los resultados son normales, las pacientes reciben un aviso a su móvil y pueden acceder al resultado en su centro de salud tras un mes; si surgen anomalías, se organizarán pruebas complementarias y se les enviará una carta con la cita correspondiente.

Se estima que en 6,5 de cada 1.000 mamografías se necesita realizar una biopsia, y solo 3,6 de cada 1.000 mamografías resultan en un diagnóstico de cáncer de mama.

En caso de estar indicado, la paciente podría ser llamada a repetir la mamografía al cabo de un año. El programa se encargará de notificarla por medio de una carta en ese periodo.

El Sergas recuerda que la participación en el programa es gratuita y ofrece transporte en autobús para aquellas mujeres que residen en áreas distantes o de difícil acceso a las unidades de mamografía, siendo informadas de ello por carta en su caso.

Asimismo, se promueve la autoexploración regular, invitando a las mujeres a consultar a un médico si notan cambios en sus senos o axilas, tales como bultos, dolor o secreción por el pezón.