Crónica Galicia.

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Sanmartín defiende su labor en Raxoi; PSOE exige autocrítica y diálogo, y PP interroga sobre las mejoras.

Sanmartín defiende su labor en Raxoi; PSOE exige autocrítica y diálogo, y PP interroga sobre las mejoras.

Borja Verea, portavoz del Partido Popular (PP) en Santiago, ha afirmado categóricamente que "la unión tripartita ganó las elecciones", mientras que la alcaldesa Goretti Sanmartín no ha desaprovechado la oportunidad para ironizar sobre esta afirmación, comentando que "la vida continúa aunque el PP no gobierne".

En un pleno extraordinario que tuvo lugar el 16 de enero, Sanmartín defendió su gestión al frente del Ayuntamiento de Santiago desde que asumió el cargo en 2023. Durante el debate del estado del municipio, los socialistas aprovecharon el contexto para exigir un mayor diálogo y una autocrítica más profunda, mientras que el PP se centró en cuestionar los avances logrados en la última década bajo el mando del Bloque Nacionalista Galego (BNG), Compostela Aberta y el PSOE.

En su discurso inicial, la alcaldesa dejó claro que no caería en "el triunfalismo". En lugar de eso, optó por hablar de "los objetivos aún no alcanzados" pero también de los "logros positivos" que ha conseguido durante su administración.

Sanmartín mencionó que el gobierno local decidió "no tapar los ojos" frente a los problemas y en su lugar promover reformas sustanciales. Afirmó haber renunciado a lo que calificó como "política cosmética" y estar enfocándose en cambios que "son profundos", aunque estos sean "lentos" y no siempre generen noticias llamativas.

En el ámbito de la gestión administrativa, Sanmartín destacó la creación de un comité de simplificación para agilizar trámites, lo que ha permitido reducir el tiempo medio de pago a proveedores a "42 días" a finales de diciembre, así como disminuir la deuda con estos proveedores en comparación con la situación heredada, logrando una reducción de cuatro millones de euros.

Entre los aspectos de avance que mencionó, la alcaldesa incluyó mejoras en el ámbito cultural, en infraestructuras y en sostenibilidad, citando específicamente los logros en el programa "Entre Sar e Sarela" y el Ecobosque de Conxo.

En cuanto a las relaciones institucionales, Sanmartín hizo hincapié en la firma de un convenio marco con la Universidad de Santiago de Compostela (USC) y la Xunta de Galicia para el aparcamiento del Hospital Clínico, así como los acuerdos de colaboración con la Diputación para llevar adelante proyectos como la Vía Verde y la rehabilitación del Estadio Vero Boquete.

Por su parte, María Rozas, teniente de alcaldesa, destacó que 2024 ha sido "el año de lo social", con un aumento significativo en el número de personas que se benefician de los servicios sociales y en la implementación de iniciativas como el nuevo contrato para el Servizo de Axuda no Fogar (SAF) y el Centro Integral para personas sin hogar.

Rozas expresó su deseo de que Santiago se convierta nuevamente en un referente en lo social, abogando por los derechos de todos los ciudadanos y adelantando que se destinarán tres millones de euros a un amplio programa de formación para el empleo en los próximos años.

"Estamos conscientes de que tenemos mucho que ofrecer, sobre todo porque en este año y medio hemos culminado proyectos que nosotros iniciamos", aseveró Muíños, recordando que su lealtad con Santiago fue la razón por la que apoyaron la controvertida ordenanza de las viviendas turísticas, que dio lugar a la apertura de un expediente a los seis concejales socialistas. Criticó que la alcaldesa no hubiera podido contar con ellos en el pasado mandato, indicando que algunos se aliaron en oposición para frenar el progreso del Ayuntamiento.

En su discurso, también observó una falta de autocrítica en la administración de Sanmartín y expresó la necesidad de un diálogo más fluido con la oposición y la ciudadanía, sugiriendo que se tomara como ejemplo la colaboración en la negociación de los presupuestos.

Desde el BNG, su portavoz Míriam Louzao defendió la gestión del gobierno actual como "trabajadora" y "eficaz", y fijó su mirada en el portavoz del PP, criticando que pareciera que "le cuesta digerir un gobierno en minoría". Reprochó al PP por sus múltiples cambios de alcaldes a lo largo de su mandato y recordó la importancia de no olvidar ese legado.

Verea, en su intervención final, cuestionó las mejoras en Santiago en comparación con hace dos años o hace una década, criticando la duración de la alianza entre PSOE, BNG y Compostela Aberta.

"Desearía con fervor ser alcalde de Santiago, pero la unión tripartita ganó las elecciones de forma ajustada", admitió, añadiendo que el PP ahora se ve a sí mismo como "una fuerza de cambio" que, según él, en las próximas elecciones "va a ganar".

En su última intervención, Sanmartín celebró lo que consideró un cambio en el discurso del PP, enfatizando que era la primera vez que oía a Verea reconocer que no habían ganado las elecciones. "La vida continúa aunque el PP no gobierne", enfatizó, sugiriendo que deberían haber reservado algunas de sus críticas para más adelante en su mandato, ya que aún faltan meses para llegar a la mitad del mismo.

Las respuestas de Verea también motivaron una intervención posterior de María Rozas, quien reiteró que la ciudad ha mejorado en la última década. "No da igual quién gobierne", aseguró, destacando su compromiso de seguir trabajando para que los logros de Santiago no se asemejen a los que se dieron durante el gobierno de 2015, al que muchos en el PP quieren regresar.

El portavoz del PP respondió con críticas sobre la falta de elegancia del gobierno actual, sugiriendo que deberían presentar datos concretos sobre cómo ha mejorado la ciudad en los últimos diez años. Además, Muíños cuestionó si Galicia había mejorado tras 15 años de liderazgo del PP en la Xunta, invitando a Verea a hacer las mismas preguntas en el Parlamento gallego.

Finalmente, Sanmartín agradeció al grupo socialista su "altura de miras" y reconoció que la administración enfrenta "problemas estructurales graves" que han sido tratados con medidas insuficientes, manifestando la necesidad de un enfoque más profundo para abordar los temas que afectan a la ciudad.

Al cierre del pleno, el grupo popular solicitó que se eliminara del acta la palabra "terapia", mencionada en un momento del debate por la edil Rozas, argumentando que esto era por respeto a los afectados por problemas de salud mental. Sanmartín, aunque dijo no estar al tanto de la mención, aceptó la retirada de la palabra.

Durante el intercambio de ideas, Louzao también manifestó su descontento con los comentarios de los concejales del PP durante su intervención. En su turno posterior, y en un acto simbólico, llevó dos "regalos": un libro sobre Santiago para que los concejales populares pudieran "ver Compostela con otros ojos" y una pelota antiestrés para ayudarles a "canalizar su frustración".