Crónica Galicia.

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Se garantizarán servicios esenciales en residencias de ancianos y centros de día durante la huelga del jueves.

Se garantizarán servicios esenciales en residencias de ancianos y centros de día durante la huelga del jueves.

La Confederación Intersindical Galega (CIG) ha alzado la voz para señalar lo que considera una “parálisis” en las negociaciones del convenio que regula las residencias privadas y los Servicios de Ayuda en el Hogar (SAF). Este pronunciamiento llega en un momento en que se prevé una huelga significativa en el sector, programada para el jueves próximo.

En respuesta a la convocatoria de huelga, la Xunta de Galicia ha solicitado garantizar unos servicios mínimos que aseguren tanto la apertura como la “atención adecuada” en las residencias de mayores y centros de día privados. Dicho parón comenzará este miércoles a las 22:00 horas y finalizará el jueves a la misma hora, con una segunda jornada de huelga planeada para noviembre.

De acuerdo con un comunicado emitido por la CIG, este paro se complementará con movilizaciones en varias localidades del país, donde se exigirá la mejora de las “condiciones de trabajo dignas” para los empleados. Esta huelga se suma a otras cuatro que ya tuvieron lugar en septiembre, denunciando el “inmovilismo” de los directivos en las negociaciones.

Para afrontar esta situación, el Gobierno gallego ha establecido una serie de servicios mínimos dirigidos a mantener la actividad asistencial en las residencias. Se estipula una ratio de 0,20 trabajadores por usuario en los módulos de atención a personas autónomas y de 0,35 para aquellas que requieren asistencia. También se han determinado mínimos para el personal no asistencial, que deberá cubrir lo esencial para el funcionamiento de los centros.

En lo que respecta a los centros de día, la norma establece un ratio mínimo de 0,10 profesionales por usuario, con un mínimo de dos trabajadores. Este requisito se complementa con la presencia de un efectivo que garantice la apertura y cierre de las instalaciones.

El sindicato continúa insistiendo en la “parálisis” de las negociaciones del convenio, acusando a la Xunta de desatender sus responsabilidades y las condiciones laborales de los trabajadores que se encargan de una actividad esencial como es el cuidado de ancianos y personas dependientes. La CIG destaca que es fundamental modificar la estructura de horarios que actualmente impide a los empleados llevar a cabo una vida personal equilibrada.

En otro aspecto, se señala la inquietud del personal por enfrentar situaciones de peligro en los domicilios donde prestan sus servicios. A pesar del reciente anuncio de un protocolo de prevención por parte de la Xunta frente a la violencia en el hogar, la CIG critíca que este documento solo contemple recomendaciones y no medidas efectivas que aseguren la protección de los trabajadores. El sindicato exige un enfoque más robusto con acciones concretas en materia de salud y seguridad laboral.

Finalmente, en el sector de residencias y centros de día privados, la demanda más destacada es el aumento en la ratio de personal. La CIG argumenta que durante las huelgas la cantidad de trabajadores supera la de los días normales, lo que pone de manifiesto la insuficiencia de personal en condiciones laborales precarias desde la expiración del convenio en 2024. Esta falta de recursos humanos genera una presión inmensa sobre los empleados, haciendo aún más difícil atraer a más personal al sector.