Crónica Galicia.

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"Sindicatos denuncian precariedad laboral de las mujeres en movilización del 8M"

En Santiago de Compostela, el Día de la Mujer ha comenzado con concentraciones sindicales en toda Galicia, todas con el mismo objetivo: denunciar la precariedad que enfrentan las mujeres, a la que llaman "la esclavitud del siglo XXI".

Las primeras concentraciones fueron organizadas por CCOO, que se llevaron a cabo alrededor de las 10:30 horas en las principales localidades gallegas. La CIG realizó sus propias concentraciones a las 11:30 horas, también en diversos municipios de Galicia. En Santiago, un grupo ha marchado desde la plaza 8 de marzo por la Rúa da Virxe da Cerca, coreando consignas como 'Ainda que se molle, a nosa loita non se encolle', 'non somos escravas, somos traballadoras' y 'contra o patriarcado, revolta feminista', entre otros.

Después de recorrer las calles de la ciudad, se concentraron en la Alameda, donde representantes de secciones sindicales de la CIG como Saúde o Ensino tomaron la palabra para exigir mejores condiciones laborales, mayor conciliación y el fin de la precariedad en dichos sectores.

Las responsables de igualdad del sindicato leyeron el manifiesto de la CIG, donde demandaron un "modelo social más justo, derechos iguales, salarios y condiciones de trabajo dignas".

Manifestaron la necesidad de salarios que permitan acceder a la alimentación, vivienda, energía y otros bienes necesarios para una vida digna, además de destacar la importancia de compartir los cuidados y contar con servicios públicos de calidad. En cuanto a Galicia, señalaron que las pensiones en la región son de las más bajas del Estado, y las mujeres perciben un 34% menos que los hombres en promedio.

Exigieron que las administraciones proporcionen servicios públicos de cuidado accesibles para todas las personas, independientemente de sus ingresos, para evitar que se conviertan en un negocio a expensas de la precariedad laboral. Criticaron la situación de las mujeres como mano de obra barata o gratuita en el trabajo doméstico, cobrando en promedio 4,519 euros menos que los hombres al año.

También mencionaron las contrataciones a tiempo parcial, que son mayoritariamente ocupadas por mujeres, ya sea por la necesidad de cuidar a la familia o por la falta de otras opciones laborales.

En honor a las trabajadoras del Servizo de Axuda no Fogar (SAF) de Lugo, que estuvieron en huelga durante cuatro meses en busca de mejoras laborales, destacaron la importancia de luchar en cada sector para lograr cambios. Subrayaron la necesidad de un sindicalismo feminista para revertir las desigualdades de género, lamentando la reforma laboral del Gobierno.

UGT-Galicia otorgó la Distinción Muller Traballadora a compañeras sindicalistas en varias localidades, celebrando mesas redondas y concentraciones en diversos puntos. Se sumaron a las manifestaciones programadas para las 20:00 horas.

El Sindicato de Estudiantes y la Asociación Libres e Combativas se manifestaron en A Coruña y Ferrol a las 12:00 horas en conmemoración del 8M. El colectivo gallego de enfermería pidió un cambio estructural que reconozca su trabajo en el Sergas y acabe con la discriminación laboral y profesional que sufren por ser mayoritariamente mujeres.

SATSE Galicia convocó una concentración en el Complexo Hospitalario Universitario de A Coruña para denunciar la situación de desmotivación y desilusión entre las enfermeras debido al desinterés de las administraciones públicas. Solicitaron al presidente del Gobierno que incluya a las enfermeras en un único grupo dentro de la administración pública.

Agtamar-UPTA resaltó la dificultad que enfrentan las mujeres autónomas y la brecha de género en este sector. Destacaron un aumento en la incorporación de mujeres al trabajo autónomo en sectores de alta cualificación, pero lamentaron las desigualdades en términos de horas de trabajo, remuneración y pensiones en comparación con los hombres autónomos.

En resumen, el Día de la Mujer en Galicia estuvo marcado por diversas reivindicaciones laborales y sociales, donde se destacaron las desigualdades de género y se exigieron cambios estructurales para lograr una mayor igualdad en el mercado laboral y en la sociedad en general.