OURENSE, 3 de abril.

La Guardia Civil ha puesto en su punto de mira a un total de 21 vehículos tras detectar actuaciones de conducción imprudente durante una carrera no autorizada que tuvo lugar el pasado viernes, 28 de marzo, en la carretera que asciende hacia Castro de Beiro, en el municipio de Ourense.

De acuerdo con la información proporcionada por el cuerpo policial, aquel día se congregó un gran número de jóvenes en la carretera OU-0520, un trayecto en pendiente que enlaza el polígono de Quintela con Castro de Beiro. Este tipo de reuniones se ha convertido en una práctica habitual en los últimos meses, lo cual ha generado una creciente preocupación en la comunidad local.

La Guardia Civil ha señalado que los participantes no solo pusieron en riesgo su propia seguridad, sino que también protagonizaron un espectáculo peligroso, acelerando sus vehículos a gran velocidad y realizando maniobras arriesgadas, producto de alteraciones técnicas en sus autos.

Ante el conocimiento de tales actividades ilícitas, el Subsector de Tráfico de la Guardia Civil en Ourense llevó a cabo un dispositivo de vigilancia en la mencionada carretera, con el objetivo de confirmar la veracidad de los informes y tomar las acciones adecuadas contra las infracciones observadas.

Como resultado de esta intervención, se han presentado denuncias contra 21 automóviles por conducir de manera temeraria, ya que los conductores circulaban a velocidad excesiva, invadiendo los sentidos de la vía de forma irresponsable, en un trayecto que cuenta con zonas de escasa visibilidad y que no estaba restringido al tráfico, lo que representó un grave riesgo para otros usuarios de la carretera.

Los agentes también identificaron a más de 30 vehículos asociados con estas actividades y notaron la presencia de varios grupos de personas, tanto al inicio como a mitad de la subida, que estaban claramente involucradas en el evento ilegal.

Las sanciones no se han hecho esperar, y ahora cada uno de los infractores se enfrenta a una multa económica de 500 euros y a la pérdida de seis puntos en su licencia de conducir. La Jefatura Provincial de Tráfico de Ourense se encargará de asegurar que todos los conductores involucrados sean debidamente identificados, advirtiendo que en caso de no poder identificar al responsable, la sanción podría ascender a 1.500 euros.

Por su parte, los residentes de la zona han expresado su frustración, afirmando que llevan meses sufriendo estas conductas que les impiden transitar con tranquilidad por la carretera, y temen que, en cualquier momento, podría ocurrir un accidente grave, especialmente poniendo en riesgo la seguridad de sus hijos.