Un reciente caso de ciberacoso ha sacudido a la sociedad española, con 24 menores de edad identificados como víctimas de un individuo en A Coruña. Este hombre ha sido arrestado por la Guardia Civil tras haber presuntamente coaccionado y amenazado a estos jóvenes a través de redes sociales para obtener imágenes de naturaleza sexual.

La investigación, conocida como 'Rocki II', fue iniciada en febrero de 2023, cuando una joven denunció haber sido objeto de intimidaciones graves que la llevaron a sentir miedo por su seguridad personal. Este aviso encendió las alarmas en las autoridades, que se pusieron a trabajar para desarticular a este depredador digital.

Según informan los agentes, el detenido utilizaba múltiples plataformas de redes sociales para establecer contacto con menores, aplicando técnicas avanzadas para enmascarar su verdadera identidad en la red e incrementar su madurez delictiva. Su modo de actuar seguía un esquema común: enviaba fotos íntimas suyas a las víctimas, y tras obtener esas imágenes, comenzaba un proceso de manipulación psicológico para exigirles material similar en retorno.

Una vez que lograba obtener una imagen desnuda de sus víctimas, el individuo intentaba falsificar un acuerdo en el que supuestamente cedía los derechos sobre el contenido que había recibido. Con esta táctica engañosa, buscaba evadir cualquier responsabilidad legal sobre las imágenes y eludir posibles denuncias.

Además, este sujeto no dudaba en suplantar identidades en diversas redes sociales, lo que le permitía aproximarse a las víctimas con nuevos perfiles. Este método le permitía reiniciar el ciclo de chantaje, amenazando a los menores con difundir el material comprometedor a su círculo cercano si no le enviaban más imágenes.

El impacto psicológico de su conducta fue devastador para algunas de las víctimas, quienes sufrieron de síntomas severos de depresión debido a la constante presión que ejercía sobre ellas. El sufrimiento que infligió a estos jóvenes ha generado serias inquietudes entre grupos de defensa de los derechos de los niños y adolescentes.

Finalmente, tras la detención del sospechoso, las autoridades realizaron un registro en su hogar, donde encontraron numerosos dispositivos electrónicos, incluyendo teléfonos y ordenadores. Un primer análisis de estos equipos reveló una vasta cantidad de material, incluyendo fotografías, videos y documentos, lo que subraya la gravedad de las acciones delictivas cometidas.

La operación fue ejecutada por el Equipo de Mujer-Menor (EMUME) de la Policía Judicial de la Guardia Civil en A Coruña, con la supervisión de los Juzgados de Betanzos y la Fiscalía, poniendo de manifiesto la firme postura de las autoridades frente a este tipo de delitos. La identificación de 24 menores como víctimas ha sido un paso crucial en el esfuerzo por garantizar su seguridad y justicia.