La Guardia Civil ha detenido a un vecino de Arteixo, en A Coruña, que tenía dos órdenes de búsqueda y detención para ingresar en prisión. Este individuo ya había sido condenado por varios delitos relacionados con la violencia de género, según informa la Benemérita.

Las autoridades del puesto principal de Arteixo eran conscientes de la existencia de la orden de ingreso en prisión y la peligrosidad del fugado, quien aún tenía una orden de protección activa sobre una de sus víctimas hasta el año 2026.

Ante esta situación, se llevaron a cabo diferentes estrategias para encontrar al fugitivo, pero hasta ahora habían sido infructuosas debido a las precauciones que tomaba para limitar al máximo sus salidas a la vía pública.

Finalmente, el pasado 25 de septiembre, alrededor de las 21:30 horas, uno de los guardias civiles de Arteixo que se dirigía a su turno de trabajo nocturno pudo avistar al fugado en la travesía de la localidad. En ese momento, decidió intervenir al considerar que existía un riesgo de que el individuo intentara escapar nuevamente.

El fugado, lejos de obedecer las órdenes del agente, se abalanzó sobre él con la intención de agredirlo y continuar su fuga. Como resultado de la confrontación, tanto el detenido como el guardia civil cayeron al suelo, y el agente sufrió lesiones leves y abrasiones mientras intentaba disuadir al fugitivo.

Una joven que se encontraba cerca pudo escuchar los gritos y el forcejeo. Al percatarse de la actuación del guardia civil y siguiendo sus instrucciones, alertó a la Central Operativa de Servicio (COS) de la Guardia Civil, desde donde se envió una patrulla de apoyo. Tras reducir al fugado, se descubrió que llevaba un arma blanca entre sus pertenencias, aunque nunca la exhibió.

El fugitivo tenía dos órdenes de búsqueda para ingresar en prisión, emitidas por los Juzgados de lo Penal 6 de A Coruña y del Penal 1. Además, está siendo investigado por un presunto delito de atentado contra agentes de la autoridad.

Ese mismo día, la Guardia Civil también intervino en otro caso de violencia de género. Una joven denunció que su amiga estaba siendo retenida contra su voluntad en una vivienda de Arteixo y que tenía conocimiento de episodios de violencia entre ellos a través de vídeos y fotografías. El presunto agresor sería la pareja actual de la víctima.

Debido a la corpulencia y características del sospechoso, se preparó un dispositivo para actuar en caso de ser necesario. Sin embargo, la intervención inicial de dos patrullas de Arteixo resultó suficiente para detener al agresor.