En un incidente preocupante que ha captado la atención de la comunidad de Lugo, la Policía Local ha logrado identificar a un hombre que se encontraba acechando a una vecina, a quien aparentemente conocía debido a que solía visitar su lugar de trabajo. Este caso pone de relieve la necesidad de mantener la seguridad en nuestros entornos cotidianos y la importancia de actuar rápidamente ante situaciones de acoso.

De acuerdo con informes proporcionados por fuentes policiales, el suceso tuvo lugar la tarde del miércoles, cuando el número de emergencias, el 092, recibió una llamada de alerta de una mujer que denunciaba la presencia del individuo fuera de su hogar, en una actitud que claramente indicaba acoso. La denunciante también brindó una descripción física del hombre, lo que facilitó la intervención de las autoridades.

Una patrulla se desplazó inmediatamente a la zona y se encontró con el sospechoso, quien estaba utilizando su teléfono móvil de manera inquietante, apuntando hacia la vivienda de la mujer. Al inspeccionar su dispositivo, los agentes descubrieron que estaba viendo vídeos de contenido sexual, y que en su galería de fotos poseía imágenes del balcón de la denunciante. Este comportamiento alarmante subraya un patrón de acoso y vigilancia poco saludable que no puede ser ignorado.

El hombre fue identificado y decidió abandonar el lugar por su propia voluntad. La mujer, al hablar con los agentes, mencionó que el varón frecuentaba su lugar de trabajo para realizar compras, aunque nunca había intentado establecer un contacto directo con ella. Sin embargo, ese día en particular, el acoso había escalado, ya que el hombre se había atrevido a tocar el timbre de su hogar y se quedó aguardando en el exterior, lo que llevó a la mujer a solicitar la presencia de la policía.

En un desarrollo paralelo, la Policía Local de Lugo reportó la detención de otra mujer en la madrugada del pasado martes, bajo una orden de búsqueda de un juzgado en Oviedo. La captura se produjo tras una solicitud de asistencia del 061, debido a que los servicios de emergencia estaban atendiendo a esta mujer, quien se encontraba en estado de ebriedad y había entrado en un local de ocio, encerrándose en un baño y negándose a salir.

Los policías lograron persuadir a la mujer para que saliera del baño, pero en un momento de crisis, ella tomó una botella de cristal y aparentó intentar autolesionarse. Ante la amenaza inminente, los agentes intervinieron y la aseguraron para evitar que se hiciera daño. Posteriormente, fue trasladada al Hospital Lucus Augusti para su evaluación.

Durante el procedimiento, la Policía confirmó que pesaba sobre ella una orden judicial de Oviedo, lo que llevó a su detención. Tras ser evaluada por el servicio de Psiquiatría del hospital, fue llevada a las dependencias policiales, a la espera de ser presentada ante el juzgado que la reclamaba.

Además, en un incidente separado, la Policía Local identificó a un hombre que tenía un arma blanca en su posesión, mientras estaba sentado en un vehículo estacionado en la Avenida de Garabolos, en la madrugada del martes. Una patrulla que realizaba rondas por la zona notó el coche con el motor en marcha y al conductor comportándose de manera nerviosa y sospechosa.

Los agentes se acercaron para ofrecer asistencia y, al interactuar con él, decidieron proceder a su identificación y un registro. Durante el cacheo, le fue confiscada una navaja, y el hombre admitió tener antecedentes relacionados con tráfico de drogas. Este tipo de incidentes resalta la importancia de una vigilancia constante para garantizar la seguridad de la comunidad y la necesidad de confrontar el comportamiento delictivo de manera efectiva.