Crónica Galicia.

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El homicidio de la vecina de la calle Zamora de Vigo fue planeado previamente, según las autoridades, ya que el agresor la estuvo acechando.

El homicidio de la vecina de la calle Zamora de Vigo fue planeado previamente, según las autoridades, ya que el agresor la estuvo acechando.

Los forenses han determinado que dos de las tres heridas que sufrió la víctima eran mortales y que, al menos una de ellas, fue realizada con una "fuerza más que evidente". Estos hallazgos son el resultado de la autopsia realizada por los médicos forenses después del trágico crimen que ocurrió en la calle Zamora de Vigo.

Según los testigos policiales que declararon en el juicio contra Pablo P.V., el crimen fue premeditado. El acusado esperó a la víctima después de una discusión y, cuando vio que ella regresaba a su casa, salió de su departamento para atacarla.

Los agentes de policía que prestaron declaración en la Audiencia Provincial de Pontevedra, con sede en Vigo, han explicado que el acusado y la víctima se encontraron en el portal antes de los hechos. Luego, el acusado regresó a su casa y esperó a que ella volviera a la suya durante más de media hora antes de atacarla con un cuchillo.

Es importante destacar que, a diferencia de lo que afirmó el acusado, los agentes han dejado claro que los eventos que llevaron al asesinato no fueron inmediatos en absoluto. También han afirmado que no tienen dudas de que el acusado atacó a la víctima por la espalda.

En la mañana del miércoles, también declararon los forenses encargados de realizar la autopsia. Han confirmado que la mujer falleció a causa de heridas de arma blanca y que presentaba lesiones en las manos compatibles con un intento de defensa, como cortes que indican que trató de agarrar el cuchillo.

En cuanto a las heridas, los forenses explicaron que lo más probable es que la primera lesión fuera la de la espalda, un corte superficial. Luego, la víctima sufrió una cuchillada en la parte baja del abdomen realizada con una fuerza descaradamente evidente, que atravesó los intestinos, perforó la aorta y llegó a la columna vertebral, dañando una vértebra lumbar. Esta herida, por sí sola, es mortal y provoca una hemorragia significativa.

Además, la víctima presentaba otra herida en el pecho, que en realidad era el resultado de múltiples acometidas. Según los forenses, el autor movió varias veces el cuchillo de adentro hacia afuera, sin llegar a retirarlo por completo del cuerpo. Estas lesiones afectaron al corazón, pulmón, diafragma y una costilla de la espalda.

Uno de los forenses declaró: "Son heridas realizadas en muy poco tiempo. No permiten la supervivencia más allá de unos segundos o minutos". Estos detalles macabros revelan la brutalidad del crimen y refuerzan aún más la premeditación y la brutalidad del acto cometido por el acusado.