El PPdeG refuerza su poder local al conquistar más alcaldías que sus rivales combinados y resta influencia a los independientes.

En el panorama político de Galicia, el Partido Popular (PP) se ha consolidado como la fuerza predominante en el ámbito municipal, concentrando su atención en las diputaciones de Lugo y A Coruña. Desde mayo de 2023, esta formación ha logrado acumular más gobiernos locales que cualquier otro partido en la comunidad autónoma, destacando su crecimiento en los últimos años.
SANTIAGO DE COMPOSTELA, 5 de octubre. El PP gallego ha experimentado una notable expansión en el ámbito municipal desde las elecciones municipales de mayo de 2023. En un lapso de poco más de dos años, ha conseguido hacerse con un número significativo de alcaldías, ostentando en la actualidad el control de 158 gobiernos locales, lo que representa más de la mitad de los 313 municipios gallegos.
Desde la constitución de las corporaciones municipales en junio de 2023, más de 30 ayuntamientos han experimentado cambios en su liderazgo; algunos han tenido más de un cambio, lo que eleva el número de relevos a cerca de 40. En casi 20 municipalidades, el cambio no fue solo de figura dentro del mismo partido, sino que el mando pasó a otra formación política.
En total, ha habido 17 ocasiones en las que se ha producido o se está a la espera de un cambio de partido, con una docena de ellas derivadas de mociones de censura. Estos cambios se han intensificado desde que se modificaron las leyes a favor de los ediles tránsfugas en junio pasado. Las cinco restantes razones para los cambios incluyen movimientos de pactos internos, como en O Bolo (Ourense).
El Partido Popular ha sido el principal beneficiario de la situación, obteniendo la mayoría de los cambios (11 hasta la fecha de la próxima moción de censura en Ribeira, programada para el 13 de octubre). No obstante, también ha sufrido pérdidas en tres alcaldías en favor del PSOE, concretamente en O Irixo, Viana do Bolo y Noia.
Las alcaldías que ha logrado el PP provienen mayoritariamente de formaciones independientes, incluyendo algunas que anteriormente fueron parte de sus filas, mientras que estratégicamente buscan 'neutralizarlas' para las elecciones de 2027, sin necesariamente liderar el gobierno local.
Un claro ejemplo de esta dinámica se observa en O Valadouro, donde la exalcaldesa de Udival, tras presentar su dimisión aduciendo una “total pérdida de confianza” hacia sus compañeros de gobierno socialistas y BNG, dejó el cargo al PP.
Recientemente, el PP también forjó un acuerdo con el alcalde de Sarria, Claudio Garrido. Dicha alianza, que incluye inversiones, fue interpretada por Garrido como el fin de un ciclo político, ya que expresó su intención de no presentarse a futuras elecciones con un 99,99% de probabilidad.
A medida que se aproximan las próximas elecciones locales, la atención se centra en Lugo, donde se prevé una intensa batalla por la Diputación que actualmente lidera el socialista José Tomé y que es un objetivo clave para el PP. Este interés se ha manifestado a través de encuentros notables, como la presencia del alcalde independiente de Quiroga en la última reunión del PP provincial de Lugo.
En virtud de esta creciente influencia, los populares han arrebato alcaldías en la provincia de A Coruña, incluyendo las de Carral, Fisterra y Touro, mientras que el PSOE logró hacerse con la de Noia, que anteriormente pertenecía al PP.
Los nuevos gobiernos municipales que ha captado el PSOE, ubicados en O Irixo y Viana do Bolo, forman parte de una estrategia más amplia en la que los rivales del PP gozan de un espacio político, aunque de forma limitada. En O Irixo, el PSOE, con el apoyo del PP, consiguió desbancar a la regidora de Xuntos polo Irixo en enero pasado.
En el caso de Viana do Bolo, la reciente moción de censura que llevó a la alcaldía a Germán García-Ávila muestra cómo los cambios de liderazgo están en constante desarrollo. Mientras tanto, la oposición critica las tácticas del PP, tildándolas de "oscuras", mientras los populares defienden que su enfoque obedece a intereses generales por el bien de los ciudadanos en ayuntamientos donde han obtenido una mayoría significativa, pero no se les ha permitido gobernar debido a “pactos de perdedores”.
Desde el PP recuerdan que ganaron en 191 de los ayuntamientos gallegos en las últimas elecciones, aunque lamentan su incapacidad para gobernar en muchos de ellos, destacando por ejemplo la situación en Santiago de Compostela, donde el BNG gobierna con solo seis concejales.
A medida que los partidos se preparan para el futuro, todos están inmersos en procesos de renovación y consolidación de sus equipos, buscando el relevo en sus estructuras. Esta semana se produjo la despedida del veteranísimo alcalde de Carballo, Evencio Ferrero, tras 22 años en el cargo, dando paso al actual diputado Daniel Pérez.
Por otro lado, en Ourense, también se ha visto un cambio significativo, ya que el histórico socialista Alfredo García dejó la Alcaldía de O Barco de Valdeorras tras casi 30 años, transferiendo el poder a Aurentino Alonso.
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