El exGrapo Manuel B.G. se encontraba en el banquillo de los acusados, enfrentando cargos por un delito de asesinato en grado de tentativa después de disparar a un joven en el parque de Castrelos de Vigo en septiembre de 2023. Durante su declaración en la vista en la Audiencia Provincial de Pontevedra, alegó que disparó al chico por miedo, argumentando que habían tenido un altercado previo y creía que su vida corría peligro.

Explicó que su acción se debió a un encuentro violento meses antes con el joven, que lo dejó "aterrorizado". Según sus palabras, en junio sintió que el chico casi lo había matado, lo que lo llevó a realizar un disparo intimidatorio para protegerse. Afirmó solemnemente: "Juro por la Biblia que nunca quise matarlo".

Además, reveló que llevaba un arma consigo desde hacía un tiempo y que la portaba ocasionalmente debido a las amenazas que recibía por parte del Grapo, una organización a la que había pertenecido hace cuatro décadas. Esta justificación es crucial en el caso que enfrenta, con la Fiscalía solicitando una condena de 10 años de prisión por los delitos de asesinato en grado de tentativa y tenencia ilícita de armas.