El líder del Partido Popular, Alberto Núñez Feijóo, aprovechó este domingo su presencia en la Festa do Albariño en Cambados, Pontevedra, para hacer un llamado a una Galicia y una España más optimistas y menos confrontativas. En su discurso, enfatizó la necesidad de salir de la crispación política que, según él, ha caracterizado los últimos tiempos, sugiriendo que es factible un cambio en la cultura política del país.

Durante su intervención como Gran Mestre en este festival, Feijóo abordó la controversia generada por sus recientes comentarios sobre las vacaciones, indicando que hay quienes no comprenden el sentido del humor. “Para aquellos que no saben distinguir entre una broma y una declaración seria, les digo: ‘tómate un albariño y descansa’”, señaló, defendiendo su postura sobre el valor de las vacaciones en un contexto donde muchos se ven privados de ellas.

El político gallego también se refirió, de manera implícita, a la situación del Gobierno de Pedro Sánchez, expresando que “España atraviesa un periodo incierto que demanda serenidad y acción directa”. Lamentó que se precise menos espectáculo y más compromiso real en el ámbito político, abogando por construir puentes en lugar de alimentar divisiones.

Feijóo continuó resaltando la importancia de un nuevo entorno político en el que predominen el respeto y el diálogo. Enumeró varios desafíos que considera urgentes: la defensa del medio rural, la creación de oportunidades para los jóvenes y el fomento del turismo nacional, todo ello sin perder la esencia que define a España.

En el ámbito económico, se alineó con los comentarios de Isidro Serantes, presidente de la DO Rías Baixas, quien manifestó su preocupación por el descenso de la tasa de alcoholemia y las políticas arancelarias impuestas por Estados Unidos. Feijóo afirmó la necesidad de leyes y aranceles justos para proteger al sector.

El ambiente festivo de la Festa do Albariño le permitió hacer algunas críticas veladas hacia el Ejecutivo, bromeando sobre presupuestos y decisiones gubernamentales. “Todos saben cuánto se necesita para celebrar esta fiesta y cuánto se prorroga el presupuesto anterior”, dijo entre risas. También propuso que, si un referéndum es necesario, que sea para decidir el mejor maridaje de vinos, sugiriendo que, al final de la jornada, la confianza es lo que cuenta.

Feijóo subrayó que Galicia comprende que lo valioso requiere su tiempo, tal como un buen vino. “La calidad no es cuestión de improvisación, el prestigio no se otorga sin esfuerzo”, afirmó, resaltando la importancia del trabajo metódico en todos los ámbitos, incluso en la vida pública.

Además, el jefe de la oposición se refirió a la polémica en torno a sus declaraciones sobre las vacaciones, remarcando que su crítica iba dirigida a aquellos que, por diversas razones, no pueden disfrutar de este descanso. “El otro día mencioné que las vacaciones están sobrevaloradas para muchas personas que no tienen esa opción y esto generó una reacción en redes”, comentó.

Finalmente, Feijóo hizo un guiño a su rol como Gran Mestre, tomando con humor las críticas a su afirmación de que no es presidente porque no desea serlo. “Este cargo solo se deja por defunción; no tengo intención de dimitir”, concluyó con una sonrisa, reafirmando su compromiso de seguir presente en la Festa do Albariño en Cambados en el futuro.