En un trágico desenlace, los cuerpos de dos hombres desaparecidos en el embalse de Belesar en Lugo fueron encontrados sin vida el miércoles.

El primer cuerpo encontrado fue el de un joven pescador que cayó al río Miño en O Páramo, mientras intentaba recuperar su caña. Su cuerpo fue hallado cerca del lugar donde se realizaba la búsqueda por el equipo de buzos de la Guardia Civil de A Coruña.

Posteriormente, se encontró el cuerpo de un bañista que saltó al agua desde el pantalán del club náutico de Ponte Mourulle en Taboada. El hombre de aproximadamente 60 años fue rescatado por los buzos de GEAS Gijón y llevado al embarcadero, donde se informó a las autoridades judiciales.

Ambos incidentes ocurrieron el martes por la tarde en diferentes puntos, desencadenando un intenso operativo de búsqueda que incluyó la participación de buzos de la Guardia Civil y drones de la Axencia Galega de Emerxencias.

El Grupo de Intervención Psicolóxica en Catástrofes y Emerxencias (Gipce) del Colexio de Psicólogos de Galicia también brindó ayuda especializada a los familiares de las víctimas en este momento de dolor.