La Xunta de Galicia ha decidido cerrar la vivienda comunitaria de mayores San Gabriel, ubicada en Xinzo de Limia, tras unos hallazgos alarmantes durante una inspección reciente. Se constató que el centro superaba el número permitido de residentes y presentaba una serie de fallas en la atención y alimentación de sus usuarios.

Las autoridades de la Consellería de Política Social informaron que la visita de control reveló que, aunque la capacidad legal del establecimiento era para diez personas, en su interior había ocupadas 15 plazas. Esta situación llevó a la conclusión de que se estaban incumpliendo las normativas vigentes en materia de atención sanitaria y de bienestar de los mayores.

Además de las irregularidades en el número de ocupantes, se observó que no todos los residentes contaban con la situación de autonomía requerida, dado que el centro debería acoger únicamente a aquellos con grados cero y uno de discapacidad. Se identificaron usuarios que no cumplían con estos criterios, lo que agravó la situación del establecimiento.

Tras recibir el informe de los inspectores, la administración regional tomó la decisión inmediata de clausurar el centro. De los 15 usuarios afectados, 14 ya han sido reubicados en instalaciones públicas adecuadas, mientras que la familia de uno de ellos optó por hacerse cargo del mismo.

Este cierre no es un hecho aislado, ya que, a inicio de octubre, la Xunta había tomado una medida similar en otra vivienda comunitaria para adultos mayores en Amoeiro, donde también se encontraron irregularidades. Las autoridades han dejado claro que esta es la segunda intervención del mes en cuestión de residencias privadas.

Fabiola García, conselleira de Política Social, ha enfatizado la firmeza con la que la Xunta aborda este tipo de cuestiones, asegurando que nunca vacilará en actuar para proteger el bienestar de los mayores. García ha subrayado que la reciente acción demuestra el compromiso del gobierno con la atención adecuada a este sector de la población vulnerable.

Además, la conselleira ha destacado que estas decisiones son el resultado del trabajo diligente de los inspectores, quienes identifican problemas serios durante sus revisiones. García reafirmó que la Xunta seguirá actuando con rapidez y decisividad cuando la calidad de vida de las personas mayores esté en juego.