En un trágico suceso ocurrido en el municipio de Cerdedo-Cotobade, en la provincia de Pontevedra, una mujer de 79 años ha perdido la vida tras ser brutalmente agredida por su hijo. Este lamentable incidente se registró el pasado 2 de enero y ha dejado consternada a la comunidad local.

La víctima había sido trasladada en un helicóptero medicalizado de Urgencias Sanitarias 061 al Hospital Álvaro Cunqueiro de Vigo, donde ingresó con un pronóstico crítico debido a las severas lesiones que sufrió a causa de la paliza propinada por su progenitor.

El agresor, un hombre de 46 años, fue detenido en el mismo día de los hechos y se le imputó un delito de tentativa de homicidio. La agresión tuvo lugar en la parroquia de Santa María de Sacos, en un entorno que, en principio, debería ser seguro y familiar para la víctima.

Tras su arresto, el hijo fue conducido a la unidad de psiquiatría del Hospital Montecelo de Pontevedra, reflejando así la complejidad de la situación que llevó a este acto de violencia extrema. Este tipo de casos nos interpelan sobre las dificultades que pueden existir en la dinámica familiar y la necesidad de actuar ante señales de alerta en estas relaciones.

El ataque se produjo en el transcurso de la tarde del 2 de enero, alrededor de las 14:00 horas, en el domicilio familiar ubicado en la localidad de Vila de Abaixo. Este espacio, que debería ser un refugio, se convirtió en el escenario de un ataque devastador y desgarrador.

La investigación indica que el hijo agredió a su madre con tal ferocidad que ella quedó en un estado crítico, y desgraciadamente, se confirma su fallecimiento. Una hora después de los hechos, el supuesto autor fue detenido por las fuerzas de seguridad, gracias a la rápida intervención de los vecinos quienes, alarmados por la situación, informaron a la Guardia Civil sobre la situación preocupante que se vivía en la zona.

Los vecinos, al percatarse de la gravedad del incidente, actuaron con prontitud y fueron quienes dieron la voz de alarma al servicio de emergencias 112, encontrando a la mujer tendida en el suelo y requiriendo ayuda inmediata. Esta solidaridad vecinal subraya la importancia de la vigilancia en comunidad, especialmente en situaciones que pueden escalar en violencia.