La subdelegada del Gobierno en Pontevedra, Maica Larriba, ha anunciado que la mujer asesinada el sábado en Oia, presuntamente por su expareja, había presentado denuncia en abril y su caso era considerado de "riesgo medio". La víctima, Ana Vanessa Serén, de 44 años, trabajaba en un camping donde fue asesinada presuntamente a manos de su expareja, un Guardia Civil que se suicidó horas después del crimen al verse acorralado por agentes del Instituto Armado en un monte cercano al lugar del crimen.

Según Larriba, la mujer había presentado denuncia el mes pasado, lo que llevó a un juicio rápido que concluyó con una sentencia de orden de alejamiento de 300 metros y prohibición de comunicación con la víctima. Larriba ha señalado que los agentes encargados de este tipo de casos intervinieron en 56 ocasiones para proteger a la víctima.

La víctima "en ningún caso" ha estado desamparada, afirmó Larriba antes de reconocer que "estas cosas suceden, lamentablemente". Larriba ha asegurado que el presunto asesino, Guardia Civil de profesión, tenía retiradas las armas y únicamente prestaba atención a la ciudadanía.

Ahora, la Delegación del Gobierno en Galicia ha remitido a la Delegación del Gobierno contra la Violencia de Género, dependiente del Ministerio de Igualdad, los datos e informes policiales para estudiar la declaración oficial de este asesinato como violencia de género. De confirmarse, este sería el segundo crimen machista ocurrido en Galicia este 2021 tras el asesinato de una mujer en Baiona el pasado mes de febrero por el que fue detenida su expareja.

En todo el estado, el número de mujeres asesinadas por violencia de género ascendería a 21 en 2021, según los datos ofrecidos por el Gobierno.

Las muestras de consternación y repulsa se han repetido a lo largo de la tarde de este sábado por todo el territorio y desde diferentes instituciones y cargos políticos.

La alerta saltó a las 16,10 horas de este sábado: una mujer había sido asesinada con un arma de fuego en las inmediaciones del camping O Muíño, situado en la carretera que une Baiona y A Guarda. Poco después, se confirmaba que las autoridades buscaban a la expareja de la víctima, un Guardia Civil que tenía una orden de alejamiento de 300 metros.

Así, los esfuerzos de las fuerzas de seguridad se centraron en la localización del principal sospechoso. A última hora de la tarde lo encontraron en un monte próximo al lugar de los hechos. Finalmente, fuentes de la investigación confirmaron que el presunto autor de este crimen se suicidó sobre las 22,15 horas tras más de una hora en la que los agentes intentaron dialogar con él para que se entregara.