En un episodio reciente del debate sobre la política general, el presidente de la Xunta de Galicia, Alfonso Rueda, ha intensificado sus críticas hacia Ana Pontón, la líder del BNG, lanzándole una sugestiva advertencia sobre su futuro una vez que deje la política: "Cuando yo ya no esté en esto, tendré un lugar al que ir y usted no".

Durante su intervención, Rueda también abordó la trayectoria política de Pontón, haciendo énfasis en la repetición de sus acusaciones. "Cada miércoles me llama el presidente más anti gallego, más desleal. Si realmente quiere que esas críticas me impacten, le sugiero que las reserve para ocasiones especiales, no las repita en cada sesión", retó el mandatario gallego, poniendo en duda la originalidad de sus ataques.

El presidente añadió que, para Pontón, él siempre representa lo peor, recordándole que anteriormente dirigió críticas similares a otros líderes, como Feijóo y Fraga, sugiriendo que también podría hacer lo mismo con el próximo presidente del PP. Esta observación pone de manifiesto lo que él considera su falta de innovación en los ataques políticos.

En un tono más personal, Rueda compartió un consejo que recibió de su familia: su padre le había advertido sobre las dificultades de la política, mientras que su madre le animaba a involucrarse, rogando que, si lo hacía, al menos fuera para tener un papel activo. "He hecho más de lo que se esperaba", destacó Rueda, asegurando que, en contraste con Pontón, él tendrá alternativas una vez que su carrera política concluya. "Esa es la gran diferencia, señora Pontón, y por esto le pido que muestre algo de respeto", agregó, mientras ella manifestaba su descontento desde su posición.

Rueda continuó su defensa personal con despreocupación, expresando que los gestos de desaprobación de Pontón no le afectaban, ya que consideraba que su enfoque directo era parte del juego político. "No necesito ser sutil como usted para interactuar con los demás. Si desea hacer aspavientos, está en su derecho", concluyó, dejando claro que no tenía intención de abstenerse de dirigir críticas a la líder nacionalista.