El presidente de la Xunta de Galicia, Alfonso Rueda, defendió este viernes su posición sobre el polémico abrazo que compartió con el exconselleiro de Mar, Alfonso Villares, quien ha dimitido esta semana tras ser investigado por una supuesta agresión sexual. Según Rueda, este gesto no representa un apoyo hacia Villares en su condición de investigado, sino más bien un reconocimiento a su labor en el cargo.

Rueda aclaró que su agradecimiento a Villares se debe a las tareas realizadas durante su mandato y no tiene relación con las acusaciones que enfrenta. "No apoyo al exconselleiro como denunciado. Fue un buen conselleiro, y lo que está relacionado con su papel político debe ser abordado por la justicia", afirmó Rueda, quien enfatizó que Villares ya no forma parte del Gobierno debido a su imputación.

Durante una conferencia de prensa, el presidente gallego fue cuestionado sobre si el abrazo podría tener repercusiones políticas para él, así como la falta de un mensaje directo de apoyo hacia la denunciante, Paloma Lago. Rueda respondió que su administración está firmemente comprometida con el apoyo a las víctimas de violencia machista y que se están implementando medidas para que tales conductas sean castigadas adecuadamente.

Además, Rueda insistió en la necesidad de que la situación legal se resuelva lo más pronto posible, dejando el asunto en manos de la justicia. "El juez será quien determine lo que corresponde y, desde luego, asumiré las consecuencias de sus decisiones", concluyó Rueda, reiterando su compromiso con las víctimas y aclarando su posición respecto a Villares.