En un reciente pronunciamiento, el presidente del comité de Alcoa, José Antonio Zan, dejó claro que los trabajadores no se rendirán fácilmente, afirmando: "No vamos a doblar, si no es por las buenas, es por las malas". Estas palabras reflejan la determinación del colectivo laboral frente a la situación crítica que enfrenta la planta de San Cibrao.
El pasado sábado por la mañana, un numeroso grupo de empleados de Alcoa llevó a cabo una contundente protesta en Ribadeo, Lugo, bloqueando temporalmente la autovía A-8, una importante vía que conecta Galicia con Asturias. Este acto de movilización se llevó a cabo como respuesta a lo que los trabajadores consideran un incumplimiento de los compromisos establecidos en el acuerdo de viabilidad por parte de la empresa.
A partir de las 11:30 horas, los manifestantes se agruparon en la estación de autobuses de Ribadeo antes de dirigirse a la autovía, donde emplearon vallas, bengalas y petardos como parte de su protesta. Esta acción fue llevada a cabo bajo la atenta supervisión de un fuerte dispositivo de la Guardia Civil, que evitó que se llevara a cabo una quema de neumáticos que había sido planeada por los trabajadores.
Durante la manifestación, los asistentes corearon consignas como "A Mariña está en loita", "A solución: a intervención" y "Sen industria non hai futuro", evidenciando su descontento y angustia por la falta de soluciones. La figura del presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, y el del presidente de la Xunta, Alfonso Rueda, fueron objeto de burlas, ya que se exhibieron muñecos en representación de ambos políticos, mientras se lanzaban gritos de protesta dirigidos a ambos gobiernos.
Los trabajadores, que no se han dado por vencidos, han reiterado su exigencia de que se convoque la mesa de seguimiento del acuerdo sobre la planta, ya que se ha incumplido el plazo establecido para la reunión, previsto para el último trimestre del año. Esta demanda es crucial para ellos, dado que su futuro laboral depende de la estabilidad de la planta.
Este clima de tensión se produce en un contexto donde Alcoa había alcanzado un acuerdo preliminar con la empresa de inversión Ignis Eqt, que se comprometió a inyectar 25 millones de euros en el complejo de San Cibrao. Este acuerdo implicaría una inversión conjunta de 100 millones, en la que la multinacional estadounidense del aluminio aportaría 75 millones.
Un encuentro significativo tuvo lugar el pasado 6 de noviembre entre el comité y representantes de Alcoa, en A Mariña. Durante esta reunión, la empresa reafirmó su compromiso de proporcionar 100 millones de euros adicionales a los ya establecidos, garantizando así la continuidad de la producción en la refinería y un mínimo del 75% de las cubas operativas para el año 2025. Sin embargo, los empleados sienten que estos compromisos aún son insuficientes y temen por su futuro laboral, lo que alimenta sus protestas y su lucha por mejores condiciones.
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