Los agentes de policía que atendieron la denuncia dan por buena su versión mientras el acusado defiende que el sexo fue consentido.

La víctima de una presunta violación en Ourense reveló durante el juicio que intentó aparentar normalidad por miedo a su vida. Esperó hasta la mañana siguiente de los hechos para salir de casa y denunciar lo sucedido la noche anterior.

En el juicio celebrado este lunes en la Audiencia Provincial de Ourense, la mujer contó detalles sobre lo ocurrido con un hombre por el que la Fiscalía solicita 8 años de prisión, mientras que la acusación particular pide 9.

Los hechos se remontan a la primavera del 2022, específicamente al mes de abril cuando, según la acusación, el acusado se encontraba solo en la vivienda con la mujer, que había llegado cuatro días antes a Ourense y residía temporalmente con una amiga, su pareja y el acusado.

El procesado, con la intención de satisfacer sus deseos sexuales, se dirigió desnudo a la habitación donde ella dormía. Después de entrar a la fuerza, la obligó a practicar sexo oral y posteriormente la penetró sin su consentimiento según la versión de la Fiscalía.

Durante el juicio, el acusado explicó que la relación fue consentida y que incluso consultó sobre el uso de preservativo, siendo ella quien dijo que no era necesario.

Por otro lado, la versión de la víctima difiere completamente. Mencionó que el acusado la atacó en su habitación, la desnudó y la agredió físicamente sin su consentimiento. También mencionó que el acusado le propuso matrimonio y tener hijos, generando un ambiente de miedo.

La víctima esperó hasta la mañana siguiente para denunciar lo ocurrido, siendo apoyada por una camarera de un bar al que acudió en busca de ayuda.

El Ministerio Fiscal pide 8 años de prisión por un delito continuado de violación, además de medidas de prohibición de aproximación. La acusación particular pide 9 años de prisión, multas y compensación económica por daños.

La defensa del acusado alega su inocencia y solicita la absolución basada en el principio de 'in dubio pro reo'.

El acusado, en su última declaración, niega los cargos y asegura que nunca ha sido violento con una mujer, manteniendo contacto con su ex esposa como prueba de su comportamiento.