En Santiago de Compostela, el 10 de septiembre, la conselleira do Medio Rural, María José Gómez, ha defendido enérgicamente el dispositivo de lucha contra incendios que operó en Galicia durante la ola de incendios de agosto, destacándolo como uno de los más efectivos en toda Europa. Gómez, que ha resaltado las mejoras implementadas desde 2009 –cuando el Partido Popular recuperó su posición en la Xunta–, también ha mostrado disposición para revisar y actualizar protocolos si resulta necesario, así como para fortalecer los recursos disponibles.

Durante un intenso debate parlamentario, en el que recibió presiones para dimitir de parte de representantes del PSdeG y del BNG, Gómez se mantuvo firme, afirmando que estuvo “al pie del cañón”. Subrayó el aspecto “excepcional” de la última ola de incendios, recordando que se llegó a afirmar desde instancias ministeriales que algunos fuegos eran imposibles de extinguir.

En respuesta a las críticas de la oposición, que acusó a la Xunta de tener recursos inactivos por falta de personal y de formación adecuada, Gómez defendió la actuación de su equipo, señalando que el gobierno no se rindió ante la adversidad. Carmen Rodríguez Dacosta, del PSdeG, destacó la gravidad de las quemaduras sufridas por algunos brigadistas, criticando la decisión de enviar a un joven sin experiencia a enfrentar un incendio clasificado como de sexta generación.

Gómez enfatizó las “mejoras significativas” en las condiciones de trabajo de los equipos de prevención y extinción, contrastando la situación actual con la crisis de incendios de 2006, que tuvo lugar bajo el mandato del bipartito PSdeG-BNG. “En aquel entonces, parte del servicio estaba externalizado”, argumentó, antes de añadir que desde 2009 se han creado más de mil puestos en brigadas de lucha contra incendios.

La conselleira señaló que las condiciones laborales han mejorado notablemente y que, además de incrementar la plantilla, se ha realizado un avance cuantitativo y cualitativo en los recursos y la innovación. Sin embargo, reconoció que, a pesar de los esfuerzos, la tragedia de agosto no pudo ser evitada.

Gómez expresó su profundo pesar por los incidentes y reiteró la disposición del gobierno a realizar un análisis exhaustivo de lo ocurrido, con el fin de aprender de la experiencia y asegurar que una situación similar no vuelva a suceder. “Estamos abiertos a hacer autocrítica”, aseguró.

“Si se requieren cambios en los protocolos, así se hará. Y no duden que, tal como lo anunció el presidente de la Xunta, aumentaremos los recursos destinados a la prevención y extinción de incendios”, concluyó la conselleira, reafirmando su compromiso con la mejora continua en la gestión de emergencias forestales.