LUGO, 4 Sep.
Agentes de la Policía Local de Lugo acudieron el sábado a una farmacia del centro de la ciudad al recibir el aviso de la presencia de una persona, un joven, de 24 años, que estaba muy alterado y que decía tener esquizofrenia y que necesitaba medicación.
Desde la farmacia, explica la Policía Local, precisaban que ellos no se la podían dar sin receta previa. Finalmente, el hombre fue trasladado al Hospital Universitario Lucus Augusti (HULA), donde explicaron a los agentes que lo conocían y que no tenía un trastorno psiquiátrico real.
También indicaron que actuaba de ese modo para conseguir medicación, especialmente benzodiazepinas que luego, según relató él mismo al personal sanitario en alguna ocasión, vendía con posterioridad.
Además, el domingo, agentes del grupo operativo nocturno se tuvieron que trasladar al PAC de Fingoy, donde una persona exigía pastillas de trankimazin. Los agentes comprobaron que se trataba del mismo individuo, que protagonizó, además, diversos incidentes en los últimos días.
Por otra parte, el domingo, sobre las 06,45 horas, la Policía Local se desplazó a la calle Pousa Antelo tras la alerta de una agresión. Un hombre, con heridas en la boca y que fue trasladado al hospital, explicó que había sido agredido por un grupo de jóvenes.
Mientras, los agentes intervinieron el viernes en un edifico de la calle Camiño Real por una persona que causaba daños en la puerta en el portal y a la que habían retenido. El hombre, que sangraba por una mano, explicó que uno de los moradores le cerrara la puerta y que tuvo que detenerla con la mano para que no le golpease. La versión no ofreció credibilidad a los agentes al corresponder el cristal roto a la hoja de puerta fija. Además, se le incautó un arma blanca, de 20 centímetros.
Ya el sábado, de madrugada, un indicativo se desplazó a la plaza de Casas Novoa por un altercado entre un grupo de jóvenes. Una joven aseguró que un hombre, de otro grupo, le acosaba y que sus amigos tuvieron que intervenir. Inicialmente, manifestó la intención de denunciar pero, cuando se fue a identificar al individuo, dijo que no quería.