En un contundente pronunciamiento, las senadoras del Partido Popular, Nidia Arévalo y Pepa Pardo, han solicitado la "dimisión inmediata" de la actual ministra de Igualdad, Ana Redondo. Las legisladoras han argumentado que su gestión se caracteriza por la "incompetencia" y ha evidenciado un "ataque directo" hacia las víctimas de violencia de género, priorizando en cambio a los agresores.

Arévalo ha calificado irónicamente al Gobierno como el "más feminista de la historia democrática", pero sostiene que su administración ha desencadenado escándalos inéditos y atroses en el campo de la violencia y la igualdad. Estas declaraciones evidencian la fractura entre lo prometido y lo ejecutado por parte del Ejecutivo actual.

En una crítica más específica, se ha manifestado preocupaciones sobre las pulseras antimaltrato, que han sido adquiridas a través de una "plataforma no oficial". Según Arévalo, esta situación provoca serios problemas como la falta de cobertura y el riesgo de manipulación de dichos dispositivos, lo que finalmente culmina en una gestión que favorece a los agresores y coloca a las víctimas en una posición aún más vulnerable.

La representación popular en Galicia ha planteado una serie de interrogantes inquietantes: ¿cuántas víctimas se encuentran desprotegidas? ¿Cuántas viven con miedo por sus vidas? ¿Y cuántas mujeres están sometidas a un estado de pánico por la ineficacia del sistema actual? Estas preguntas subrayan la gravedad del asunto y el impacto negativo que la política actual está teniendo en la seguridad de las mujeres.