Crónica Galicia.

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El Tribunal Supremo ratifica la pena de 12 años y medio a la conductora del fatal accidente en Ribeira.

El Tribunal Supremo ratifica la pena de 12 años y medio a la conductora del fatal accidente en Ribeira.

En una decisión que resuena firmemente en el ámbito judicial, el Tribunal Supremo ha ratificado la severa condena impuesta a una conductora responsable de un trágico accidente que cobró dos vidas en Ribeira, A Coruña, en mayo de 2019. La corte ha confirmado una pena de 12 años y medio de prisión, así como la inhabilitación para conducir durante ocho años.

La justicia ha determinado que la mujer es culpable de dos delitos de homicidio doloso, junto con un cargo adicional por poner en peligro la seguridad vial. Estos veredictos han sido el resultado de un accidente devastador en el que, tras invadir el carril contrario a una velocidad notablemente superior al límite permitido, la acusada chocó de manera frontal con otro vehículo. Como resultado de este impacto, una joven pareja perdió trágicamente la vida.

Las circunstancias que rodean los hechos son alarmantes. Según las pruebas presentadas durante el juicio, la mujer conducía a aproximadamente 130 km/h, mucho más del límite establecido de 70 km/h, además de estar bajo la influencia del alcohol y medicamentos antidepresivos y antipsicóticos, lo que agrava aún más la gravedad de su conducta.

En la apelación, la defensa de la condenada argumentó que el veredicto del jurado era contradictorio y que se habían violado normas procesales. La defensa sostenía que los hechos debían ser calificados simplemente como imprudencia temeraria y no como homicidio doloso. Sin embargo, el Tribunal Supremo fue claro al señalar que, a pesar de la falta de evidencia sobre si la acusada vio el vehículo opuesto, su comportamiento demostraba un claro desprecio por el riesgo que generaba, clasificándola como una "conductora suicida".

La corte destacó que, aunque la sentencia no especificó si la conductora era consciente del otro automóvil, el riesgo derivado de su acción fue evidente. Al actuar de este modo, la acusada mostró una indolencia preocupante hacia las posibles consecuencias de sus acciones, incluyendo la posibilidad de causar muertes.

Con base en los argumentos presentados y la evaluación de los hechos, el Tribunal Supremo desestimó el recurso, reafirmando que la acción fue correctamente calificada como un homicidio con dolo eventual. De esta manera, sentó un precedente que resalta la importancia de la responsabilidad al volante y la necesidad de proteger la seguridad de todos los usuarios de la vía.