Crónica Galicia.

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Feijóo se compromete a restaurar España y desmantelar la división creada por el Gobierno.

Feijóo se compromete a restaurar España y desmantelar la división creada por el Gobierno.

El líder del Partido Popular, Alberto Núñez Feijóo, ha revelado su compromiso de trabajar en pos de la "reconciliación" que, a su juicio, se ha convertido en la tarea política más urgente para España en la actualidad.

Durante su intervención en el 'Foro La Toja', el presidente de la formación conservadora argumentó que la división que afecta a la sociedad española necesita ser superada, ya que considera que el actual Gobierno de Pedro Sánchez fomenta intencionadamente la "tensión social".

Feijóo, que compartió escenario con destacados políticos como Alfonso Rueda y Juan Manuel Moreno, comenzó su discurso señalando que España se encuentra "atrapada" por los intereses de unas minorías, lo que ha llevado a una serie de "anomalías" que dañan la coexistencia pacífica entre los ciudadanos.

En su análisis, el expresidente de la Xunta mencionó problemas que cataloga como "inaceptables", tales como la infiltración de instituciones como la Fiscalía y el Tribunal Constitucional, que según él, son utilizadas como herramientas contra los adversarios políticos. Además, citó errores de gestión gubernamental que resultan en fallos en los servicios básicos.

El foco de su discurso estuvo en la creciente erosión de la convivencia entre los españoles, un fenómeno que responsabiliza directamente al Ejecutivo. Feijóo caracteriza esta situación como parte de una "estrategia deliberada" que busca dividir aún más a la sociedad, lo que, advierte, podría conducir al colapso social.

Frente a ello, promueve la idea de "reparar" y "reconciliar" a los ciudadanos, superando las divisiones artificiales que, según él, están desgastando el tejido social. "España no requiere más confrontación; necesita cordura y unidad", enfatizó ante el público del foro.

El líder del PP recordó que la tarea política más relevante de hoy es conseguir una "reconciliación" genuina, donde se reconozcan no solo las diferencias, sino también los lazos históricos que han unido a los españoles por más de quinientos años. Según él, este camino es vital para establecer un marco de convivencia que beneficie a todos.

Para ilustrar su propuesta, planteó interrogantes retóricos a los asistentes sobre cómo alcanzar esta "reparación" en el país, enfatizando que elementos como la verdad, la integridad y la igualdad deben prevalecer en la construcción de un mejor futuro.

Feijóo subrayó que la divisoria actual no radica en las posiciones políticas tradicionales de izquierda o derecha, sino en la elección entre aquellos que buscan mantener el statu quo y quienes apuestan por un cambio necesario hacia la unidad y la cohesión.

Con un claro mensaje de optimismo, Feijóo se comprometió a unir a la nación y a avanzar en proyectos que realmente importen a los ciudadanos, argumentando que el sentido común debe ser el nuevo faro de la política española.

En un momento crítico, denunció la falta de un "denominador común" que permita el entendimiento y la cooperación entre los diferentes sectores de la sociedad. Citando la famosa frase de Adolfo Suárez, abogó por restablecer lo que "es normal en la calle" como un estándar político.

Además, hizo hincapié en que un país exitoso necesita una dirección clara y un propósito definido, como lo requiría cualquier familia o entidad organizativa en su funcionamiento diario.

Feijóo aprovechó también la ocasión para criticar las políticas de inmigración del Gobierno, tildándolas de "fracasadas", y defendió que el PP ha realizado numerosas propuestas a lo largo de los últimos tres años, lejos de lo que algunos sugieren.

Citó como ejemplo la actualización de la tarifa del impuesto sobre la renta para ayudar a las familias con menos recursos, reafirmando la capacidad del Partido Popular para generar ideas constructivas.

Por otro lado, anunció que llevará ante el Tribunal Constitucional un conflicto de atribuciones por lo que considera un "bloqueo sistemático" de sus iniciativas legislativas en el Senado, al señalar que el actual Ejecutivo obstaculiza 31 leyes aprobadas por el PP.

El líder del PP también aludió a los problemas de ocupaciones ilegales, especialmente en Cataluña, y lamentó la creciente sensación de inseguridad en el país, reafirmando su compromiso con la "regeneración democrática".

En una crítica contundente, se preguntó cómo una figura como el fiscal general del Estado, Álvaro García Ortiz, puede perseguir delitos si es él mismo el primero en estar frente a situaciones delicadas.

Por último, Feijóo se mostró preocupado por la situación actual de España, a la que considera "atrapada" y en un ciclo de mediocridad bajo un Gobierno que ha invadido las instituciones para utilizar a estas como "escudos" o "armas" en un juego político.

Convencido de que el país se encuentra en una fase de polarización forzada, ofreció su liderazgo para impulsar un cambio hacia la reconciliación, concluyendo con un mensaje de esperanza y de necesidad de trabajar "desde dentro" para elevar la imagen de España en el contexto internacional.