Galicia alcanza récord histórico en trasplantes de órganos en 2024, con solo 193 pacientes en lista de espera.
Alfonso Rueda, presidente de la Xunta, ha expresado su agradecimiento hacia los gallegos por la “solidaridad” demostrada en el ámbito de la donación de órganos, haciendo un llamado a continuar mejorando estas cifras en el año 2025. Rueda subrayó la importancia de la sanidad pública, enfatizando que esta salva vidas y merece ser valorada en su totalidad.
Los datos que evidencian este crecimiento en la donación de órganos fueron presentados por Marisa López, directora de la Axencia de Doazón de Órganos e Sangue (ADOS), durante un evento en la Cidade da Cultura en Santiago de Compostela. La reunión contó con la presencia de importantes figuras políticas y representantes de asociaciones de pacientes trasplantados.
López destacó que en 2024 se realizaron un total de 424 trasplantes de órganos en Galicia, lo que implica más de uno al día, y seis de estos fueron de urgencia. Con un aumento del 28% respecto al año anterior, estas cifras marcan un hito en la historia del programa de donación que comenzó en 1981, alcanzando una tasa de 157 trasplantes por cada millón de habitantes.
Desglosando más a fondo estas cifras impresionantes, se observó un crecimiento en todos los tipos de trasplantes, salvo en el páncreas, que se mantuvo en cuatro operaciones. En particular, el programa de riñón logró 208 trasplantes (+24%), el de hígado 118 (+34%), el de pulmón 64 (+31%) y el de corazón 30, con un incremento del 36%.
Desde su inicio, el programa de donación en Galicia ha beneficiado a alrededor de 9.975 personas con un trasplante a lo largo de sus 43 años de existencia. En 2024, se registró la recepción de órganos por parte de 107 gallegos de otras comunidades autónomas, y 106 órganos fueron obtenidos dentro de Galicia. Además, el Sergas colaboró enviando órganos a países como Italia, Portugal y Francia.
El año anterior, Galicia también logró su mejor registro histórico en donantes, con 137 personas, lo que representa un aumento del 26% y constituye el segundo crecimiento más significativo entre todas las comunidades autónomas, según el informe estatal presentado en la misma ocasión.
Este aumento en el número de donantes ha proporcionado, según López, “solidez a la tendencia creciente” de Galicia, que ahora cuenta con una tasa de 50,7 donantes por cada millón de personas, aunque la media española es ligeramente mayor, alcanzando 52,6 donantes por millón, siendo esta última la más alta a nivel mundial.
Es destacable también que, a raíz de la implementación de la ley de eutanasia en 2021, se ha observado un incremento en las donaciones. Desde dicha fecha, se han registrado doce donaciones de personas que solicitaron asistencia para morir, lo que ha permitido el trasplante de órganos a 45 pacientes.
Marisa López señaló que las negativas de las familias de donantes han disminuido y se mantienen por debajo del 20%, a pesar del ligero aumento reportado en años anteriores. La comunidad cuenta con más de 126.000 tarjetas de donante emitidas, y el año pasado se añadieron 2.453 nuevas.
Desde el inicio del programa en 1981, casi 3.500 gallegos han donado sus órganos, con una edad media de 60 años, siendo el donante más anciano en 2024 de 87 años. También se registraron cuatro donantes menores de edad el año pasado.
En la parte final del evento, Rueda resaltó la notable “solidaridad” presente en España y Galicia, instando a la ciudadanía a reconocer y valorar estas cifras positivas, en contraposición al enfoque habitual en las malas noticias.
El presidente autonómico no escatimó en elogios hacia los donantes y sus familias, quienes toman decisiones difíciles en momentos dolorosos. Rueda reafirmó la efectividad y la necesidad de continuar apoyando el sistema de trasplantes del Sergas, manifestando que, a pesar de que siempre habrá áreas de mejora, las cifras recientes evidencian que “la sanidad pública” es vital en momentos de crisis, “salvando vidas” con su intervención. Con optimismo, concluyó deseando que el próximo año se continúen superando estas cifras, aunque parezca un desafío.
Durante el evento, también habló Carlos Sánchez, un excomandante del Ejército de Tierra que fue trasplantado de un riñón hace 11 años. En un discurso cargado de emoción, agradeció al equipo médico que le salvó la vida, recordando cómo su vida cambió drásticamente en 2013 tras ser diagnosticado con hepatitis C. Aunque fue colocado en lista de espera para un trasplante, había resignado su destino hasta que recibió una inesperada llamada que le permitió recibir un nuevo hígado a través de la generosidad de un donante y su familia.
Sánchez enfatizó que “la donación de órganos es la prueba evidente de que hay vida tras la muerte, y vida de calidad.” Aseguró que las impresionantes cifras publicadas son el resultado de un “binomio” que comprende tanto la “solidaridad” como la “profesionalidad” de quienes están implicados en este crucial proceso.
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