La Inspección de Trabajo ha programado una cita para el próximo 13 de mayo con el director de Sargadelos, Segismundo García, quien deberá presentar una variedad de documentos solicitados. Este anuncio fue hecho por el propio García en una reciente aparición ante los medios de comunicación.
En un acto que tuvo lugar el miércoles en Cervo (Lugo), García interrumpió al secretario general del PSdeG, José Ramón Gómez Besteiro, cuando este ofrecía una declaración sobre el acuerdo entre la Xunta y Sargadelos. García pidió a Besteiro que se alejara de la propiedad de la empresa, creando un momento de tensión ante la prensa.
Besteiro, acompañado de representantes del PSOE de la región, hacía referencia a la situación laboral de los empleados en la fábrica, quienes han debido permanecer fuera del establecimiento como consecuencia de conflictos entre la dirección de Sargadelos y la Inspección de Trabajo.
García ha mencionado que la Inspección ha solicitado "una representación" de la empresa el 13 de mayo para que presente documentación variada. En su respuesta, el empresario explicó que no podría asistir ese día debido a una reunión del consejo de dirección de Sargadelos, donde se discutirá el acoso que, según él, está recibiendo por parte de la autoridad laboral.
Este proceso se enmarca en un expediente abierto por la Inspección a Sargadelos por cuestiones de seguridad laboral, que ha llevado a dos trabajadoras a desarrollar silicosis debido a las condiciones en la fábrica de Cervo.
Sargadelos cuenta ahora con un plazo de seis meses para rectificar las deficiencias señaladas, aunque se ha ofrecido cierta flexibilidad en aquellas obras que requieran la aprobación de Patrimonio, dado que el edificio es un bien de interés cultural.
Durante la confrontación, García solicitó a Besteiro que se apartara de la propiedad, a lo que el líder socialista respondió de forma ingeniosa sugiriendo que se coloca un cartel que indique "propiedad privada". Esto subraya la evidente tensión entre los políticos y el empresario en un vínculo que trasciende lo laboral.
Besteiro, por su parte, insistió en la necesidad de proteger los empleos en Sargadelos, recordando que cualquier apoyo del gobierno debe venir condicionado a la estabilidad de los puestos de trabajo en la fábrica.
Esta semana, la empresa comunicó el despido de tres trabajadoras, un movimiento considerado "nulo" por sindicatos como la CIG, quienes han denunciado el contexto complicado de estas desvinculaciones laborales.
Besteiro, respaldado por la secretaria de organización del PSdeG, Lara Méndez, destacó la importancia de Sargadelos como un símbolo del patrimonio gallego y exigió claridad al presidente de la Xunta sobre el compromiso asumido con la compañía. Instó a que el Gobierno gallego actúe de manera coherente en los asuntos de industria, patrimonio cultural y salud laboral.
En el nuevo escrito enviado a la Inspección de Trabajo, García se refiere a la solicitud de comparecencia y la documentación requerida. Asegura que todos los papeles están organizados en las oficinas de Sargadelos y expresa su comprensión ante la inconveniencia que representa para la Inspección desplazarse a Cervo, pero remarca que su empresa también enfrenta el desafío de llevar documentos a Lugo.
Finalmente, García ha solicitado el cambio de los inspectores que han gestionado este caso, argumentando que su actuar representa una "animadversión insistente" hacia Sargadelos, lo que complica aún más la relación entre la empresa y las autoridades laborales.
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