La situación en la fábrica de Sargadelos ha vuelto a la normalidad después de que la Xunta y el propietario, Segismundo García, alcanzaran un pacto para llevar a cabo un estudio enfocado en la mejora de la seguridad laboral.

Este acuerdo se consolidó tras una llamada a la acción por parte de la Inspección de Trabajo, que ha convocado a los sindicatos Comisiones Obreras, UGT y CIG para el próximo martes 22 en Lugo. El objetivo es discutir los problemas que han surgido en la planta de cerámica, donde se han reportado casos de silicosis en dos trabajadoras.

La situación se tornó tensa cuando García decidió cerrar temporalmente la fábrica en respuesta a una inspección que exigió mejoras en las condiciones laborales. En una serie de cartas dirigidas a las autoridades, el empresario manifestó sus preocupaciones, enumerando carencias en el cumplimiento normativo e informando que el cierre era necesario para salvaguardar a sus empleados.

Este cierre, que impidió el acceso a la plantilla durante cuatro días, se produjo el jueves pasado y se extendió hasta el miércoles, momento en el cual se logró un acuerdo mediado por el conselleiro de Empleo, José González. Sin embargo, los detalles específicos de este pacto aún no se han hecho públicos.

Durante el cierre, los trabajadores permanecieron a las puertas de la fábrica, expresando un deseo claro: volver a sus puestos de trabajo. Argumentaron que las demandas de la Inspección no requerían un cierre total, sino la implementación de mejoras en un marco temporal que la Xunta había solicitado que fuera flexible.

El acuerdo alcanzado con la Xunta fue anunciado el lunes por la noche. Aunque se prometió una reincorporación pronta al trabajo, el martes solo unos pocos empleados aceptaron la oferta del empresario de adelantar una semana de vacaciones.

En el contexto del cierre, mientras los sindicatos denunciaban una maniobra patronal, García propuso dos opciones a sus trabajadores: aceptar un adelanto de vacaciones o firmar un documento que les permitiera reingresar a la fábrica “bajo su propia responsabilidad”. Ya el lunes, un número reducido de empleados optó por esta segunda alternativa.

Aproximadamente veinte trabajadores eligieron alguna de estas opciones, mientras que el resto, en torno a medio centenar, permanecieron firmes fuera de las instalaciones, en espera de una solución definitiva.

Cabe recordar que las elecciones sindicales en Sargadelos no se han celebrado desde 2017, lo que ha llevado a una falta de representación para los trabajadores en la actualidad. La situación fue especialmente tensa en 2018, cuando la presidenta del comité de empresa fue destituida por sus compañeros en medio de un clima de despidos. Ella misma fue despedida y, tras una resolución judicial, readmitida con compensación económica.